La Real Academia Sueca ha concedido el Premio Nobel de Química 2023 a Moungi Bawendi, del MIT; Louis Brus, de la Universidad de Columbia, y Alexei Ekimov, de Nanocrystals Technology.

Se trata de tres científicos radicados en Estados Unidos que han sido distinguidos por el "descubrimiento y síntesis de los puntos cuánticos", según el fallo hecho público este 4 de octubre.

Los puntos cuánticos son nanocristales semiconductores artificiales que pueden convertir un espectro de luz entrante en una frecuencia de salida de energía diferente.

Suelen oscilar entre 2 y 10 nanómetros de diámetro, equivalente a 10-50 átomos, y tienen propiedades optoelectrónicas únicas que permiten sintonizar los niveles de energía con su longitud de onda o color.

Fue el físico ruso Alexei Ekimov observó por primera vez los puntos cuánticos, en cristales, en 1981. Son unas estructuras que normalmente tienen unos millares de átomos, una cantidad tan escasa que todavía presentan los extraños comportamientos asociados a átomos solitarios. Cuando se estimulan mediante luz o electricidad, los electrones saltan a un mayor nivel de energía y, al regresar a su estado normal, producen un resplandor con protones individuales.

Ekimov, actualmente en la empresa estadounidense Nanocrystals Technology, demostró que el color de esa luz depende del tamaño del nanocristal, como detalla la Academia sueca en un comunicado. El químico estadounidense Louis Brus, de la Universidad de Columbia, y ek francés Moungi Bawendi, del Instituto Tecnológico de Massachusetts, aprendieron a dominar las propiedades de los puntos cuánticos y controlar esas luces. La empresa holandesa Philips y la japonesa Sony fueron pioneras en el uso de esta tecnología para mejorar el color de sus pantallas, hace una década.

El Nobel de Química ha estado rodeado de confusión desde primera hora del miércoles. Y es que la Academia sueca ha anunciado antes de tiempo y por error el premio para Bawendi, Brus y Ekimov. La institución envió un comunicado a la prensa sueca, horas antes de tomar oficialmente la decisión. “El Premio Nobel de Química de 2023 recompensa el descubrimiento y el desarrollo de los puntos cuánticos, nanopartículas tan pequeñas que su tamaño determina sus propiedades”, escribió la Academia en un correo electrónico, según el diario sueco Dagens Nyheter.

Estas pequeñísimas islas de electrones presentan interesantes propiedades, útiles en multitud de campos, desde las pantallas de televisión hasta la medicina. Es un campo emergente en el diagnóstico y el tratamiento experimental del cáncer.

El bioquímico Johan Aqvist, presidente del comité del Nobel de Química de la academia, negó que el veredicto estuviese ya escrito. “Es un error de la Real Academia Sueca de las Ciencias. Nuestra reunión comienza a las 9:30, por lo que aún no se ha tomado ninguna decisión. Los ganadores no han sido seleccionados”, ha explicado en declaraciones a la agencia Reuters. El galardón está dotado con 11 millones de coronas suecas, unos 950.000 euros.

El año pasado, la Academia sueca entregó el Nobel de Química al danés Morten Meldal y a los estadounidenses Carolyn Bertozzi y Barry Sharpless, padres de la química clic y de las reacciones bioortogonales, dos revolucionarias herramientas para producir fármacos y nuevos materiales.

Desde 1901, 181 hombres y solo ocho mujeres. La empresa especializada Clarivate Analytics colocó en sus quinielas de 2023 a tres pioneros de la biología sintética: los estadounidenses James J. Collins, Michael Elowitz y Stanislas Leibler. También figuraban entre los favoritos los británicos Shankar Balasubramanian y David Klenerman, por inventar nuevos métodos de secuenciación del ADN que han revolucionado la biología. Finalmente, Clarivate Analytics citó los nombres del japonés Kazunori Kataoka, el ruso Vladimir Torchilin y la estadounidense Karen Wooley, por desarrollar fármacos innovadores y técnicas de administración. No acertó.