Tres mujeres fallecieron en el incendio declarado el pasado domingo en la residencia madrileña Juan XXIII, en el barrio de Aravaca. El centro, concertado con la Comunidad de Madrid, se sometió a dos inspecciones en abril y en agosto del pasado 2023. Sin embargo, las investigaciones, según apunta la Cadena SER, revelan numerosas deficiencias en los sistemas contra el fuego. En el acta policial dan parte de bocas de incendios que no funcionaban, así como salidas de emergencia bloqueadas.

El atestado de la policía apunta a deficiencias en los sistemas de prevención de incendios de la residencia Juan XXIII de Madrid, donde este pasado domingo fallecieron tres ancianas a consecuencia del incendio declarado. Según la información de la cadena SER, los investigadores del suceso han recopilado en el acta de la investigación un cúmulo de defectos en los mecanismos contra el fuego en el centro.

En el documento, adelantado por la emisora, destacan que el primero de los problemas con el que se toparon fue en la boca de incendios situada en el pasillo principal de la primera planta. No funcionaba. “Al accionarla, a los pocos segundos la manguera perdió toda la presión, dejando de expulsar agua”, relatan los agentes, que al tratar de reactivarla, comprobaron que el indicador de presión marcaba el cero. Una deficiencia que no se registró en las dos inspecciones a las que se sometió la residencia durante los pasados meses de abril y de agosto de 2023.

Deficiencias en prevención

Los investigadores reflejaron también en el acta policial que uno de los agentes comprobó cómo desde la segunda planta de la residencia parte una escalera hacia el primer piso que, a su vez, conduce a una puerta de emergencia al exterior. No obstante, dicha salida “se encontraba bloqueada”, de igual modo que otra de las puertas que desemboca al exterior del edificio tampoco está operativa. Asimismo, revelan que no había luces de emergencia que indicaran la salida a los aledaños de la residencia en ninguna estancia, así como el pulsador de la alarma de incendios, que no emitía ni señal luminosa ni acústica al ser accionado.

Trabas que imposibilitaron la labor de los agentes de la policía para evacuar a los residentes. También dificultaron los trabajos de los bomberos, que certificaron poco después los problemas en la bomba de presión de la boca de incendios al carecer de corriente eléctrica. Este fallo explicaría la imposibilidad de los investigadores para utilizar la manguera. Y es que ésta estaba conectada al cuadro eléctrico general de la vivienda y no a uno independiente, que hubiera estado a salvo de las llamas.

Los problemas se contaban por doquier. Incluso durante los trabajos de rescate y evacuación, los agentes tuvieron que acceder por la terraza, forzando la persiana y la ventana corredera, para hallar en el interior a dos personas que compartían una cama individual. Tras ponerlas a salvo comprobaron que presentaban quemaduras en todo su cuerpo y una de ellas ya había fallecido, mientras que a la segunda se le tuvo que practicar la reanimación.

Presión para Almeida y Ayuso

La portavoz del Grupo Municipal de Más Madrid en el Ayuntamiento, Rita Maestre, ha asegurado en redes sociales que su formación no cejará en su empeño para “hacer justicia a través de la verdad”. La dirigente de la formación regional ha subrayado el compromiso del partido para “con los residentes, sus familias, con esta pata fundamental del sistema de cuidados públicos que tenía que ser un orgullo y que desgraciadamente es una fuente de malas noticias”.

Por ello, Maestre ha exigido al Ayuntamiento que “haga públicos” todos los informes, actas e inspecciones tanto de la Policía Municipal como de los Bomberos. Asimismo, reclaman a la Comunidad de Madrid que rinda cuentas sobre lo que es una competencia directa de su gobierno. En este sentido, reclaman responsabilidades a la delegada de seguridad y al concejal de Moncloa-Aravaca.

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