El sector del vapeo, representado por la Unión de Promotores y Empresarios del Vapeo (UPEV), se ha manifestado este viernes en Madrid, Día Mundial Sin Tabaco, ante el Ministerio de Sanidad para alertar de las consecuencias de la equiparación de este tipo de productos con los cigarrillos tradicionales en el Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo (PIT). Arturo Ribes, presidente de la UPEV, ha denunciado el "ninguneo" al que les somete el ministerio liderado por Mónica García y la "demonización sistemática" de una actividad que es "significativamente" menos lesiva que fumar tabaco.
La asociación representa a más de 500 pequeñas y medianas empresas del sector. Alertan de que el "plan antivapeo" del Gobierno provocará la pérdida de más de 1.000 empleos y reducirá el 65% de la facturación de las pequeñas y medianas empresas del sector.
La propuesta del sector: regulación sí, pero diferenciada
Los convocantes no rechazan que el ejecutivo regule estos productos, pero sí que lo hagan de manera diferenciada según su perfil de riesgo. Entre otras cosas, comparten con Sanidad la necesidad de proteger al menor, dado que son productos destinados a fumadores adultos y reclaman medidas concretas para ello.
La propuesta del sector pasa por la creación de un sistema de licencias para la venta especializada de productos de vapeo, además de reforzar los sistemas de verificación de edad y control en las tiendas autorizadas. También proponen evitar formas o diseños que puedan ser atractivos para menores. .
La UPEV reclama que el Ministerio reconozca la utilidad de estos productos para aquellas personas que están intentando dejar de fumar. “Someter al sector del vapeo a las mismas restricciones que el tabaco pondrá en peligro más de 650.000 vapeadores adultos que en España han logrado dejar de fumar con el vapeo. Castigar a los que vapean, haciéndoles creer que es igual de malo que fumar, tendrá graves consecuencias”, ha subrayado Ángeles Muntadas-Prim, presidenta de ANESVAP.
Lo que dicen los expertos
Ante la confusión generalizada sobre el uso de cigarrillos electrónicos (vapeadores) y dispositivos de tabaco calentado en el Reino Unido, el Servicio Nacional de Salud hizo público el informe ‘Mitos y realidades sobre el vapeo’. Los especialistas británicos subrayan que se trata de un producto sólo para aquellos adultos que no han podido dejar de fumar tabaco convencional. Entre otras cosas aseguran que vapear no está exento de riesgos, pero es sustancialmente menos dañino que fumar ya que se tiene una exposición menor a las toxinas asociadas al cáncer, enfermedades pulmonares, cardiopatías y accidentes cerebrovasculares.
La diferencia entre vapeadores y tabaco calentado es que los primeros contienen un líquido (con o sin nicotina), que se calienta y produce un vapor que se puede inhalar. Los dispositivos de tabaco calentado sí llevan tabaco, pero, a diferencia de los cigarrillos tradicionales no se quema, por lo que el usuario se ahorra todas las sustancias tóxicas que genera la combustión.
Los expertos subrayan que la nicotina es la sustancia responsable de la adicción al tabaco, pero el principal riesgo para la salud humana está en el humo de los cigarrillos. Lo ideal, coinciden, es dejar de fumar, pero contemplan este tipo de dispositivos electrónicos (vapers o tabaco calentado) como un instrumento útil para combatir el síndrome de abstinencia de aquellos fumadores recalcitrantes, una terapia que, sin ser inocua, es infinitamente mucho menos dañina.
Según los datos del Ministerio de Sanidad, el tabaco causa en nuestro país cerca de 50.000 muertes al año. su consumo está asociado con a la aparición de 35 enfermedades como la EPOC, el cáncer de pulmón, las enfermedades cardiovasculares o la diabetes. La Encuesta Europea de Salud 2020 cifra en un 22,1% la población fumadora en España, lo que equivale a más de 10 millones de personas expuestas a sufrir ese tipo de patologías, todas ellas con un elevado riesgo de mortalidad.
El caso de Suecia, a punto de convertirse en el primer país libre de humos
Es significativo el caso de Suecia, que está a punto de convertirse en el primer país de nuestro entorno libre de humo. La OMS establece que es necesario alcanzar una tasa de tabaquismo inferior al 5% para conseguirlo y, en este momento, están en el 5,6%, muy por debajo de la media de la Unión Europea, que está en el 23%.
Uno de cada cuatro adultos suecos consume nicotina a diario, pero a través de alternativas menos lesivas, como los cigarrillos electrónicos, tabaco calentado, bolsas de nicotina o, muy especialmente, los snus, las bolsitas de tabaco oral prohibidas en toda la UE salvo en Suecia, que negoció esta excepción en su tratado de adhesión a la UE.
El Dr. Lars Ramström, director del Institute for Tobacco Studies de Suecia, elaboró un informe para calcular el impacto de los snus en su país y concluyó que se han salvado cada año 4.000 vidas.
"En Suecia, uno de cada cuatro adultos consume nicotina a diario. Aunque se trata del mismo nivel que en el resto de Europa, la incidencia del cáncer en Suecia es un 41 % menor, y las muertes relacionadas con el tabaquismo en Suecia son menos de la mitad de las muertes relacionadas con el tabaquismo en 24 de los otros 26 países de la UE", asegura Suely Castro, fundadora de Quit Like Sweden, una plataforma sin fines de lucro cuyo objetivo es animar a los países a que tomen medidas para reproducir la experiencia sueca en una estrategia global de lucha contra el tabaquismo.