Miles de griegos salieron a las calles de Atenas para defender sus pensiones. Foto: EFE



Miles de griegos, pertenecientes a diversos sindicatos del sector público y privado, se han manifestado este sábado por las calles del centro de Atenas contra la reforma del sistema de pensiones que el Gobierno de Alexis Tsipras negocia con las instituciones acreedoras del país.

Según la Policía, entre 3.000 y 4.000 pensionistas, maestros, trabajadores de la administración y otras profesiones, marcharon desde la céntrica plaza de Omonia hasta la de Syntagma, sede del Parlamento, para pedir al Ejecutivo que cese sus planes de aumentar la edad de jubilación hasta los 67 años así como las cotizaciones que empleados y autónomos deben pagar a la Seguridad Social.

La marcha, convocada por la confederación de sindicatos del sector público (ADEDY) y la del privado (GSEE), se detuvo durante varios minutos frente al Ministerio de Trabajo -encargado de elaborar la reforma-, donde se intensificaron los eslóganes, coreados repetidamente contra el tercer programa de rescate.

"Después de once recortes en las pensiones llevadas a cabo por los gobiernos anteriores de Pasok (socialdemócratas) y Nueva Democracia (conservadores) y dos más que realizó la coalición Syriza-Anel (izquierdistas y nacionalistas de derechas) durante el verano, ahora están planeando nuevos recortes drásticos a todos los pensionistas", aseguraron desde ADEDY.

Precisamente, la actitud del Ejecutivo heleno provocó hace meses la salida de uno de sus componentes más importantes, el ex ministro de Economía, Varoufakis al considerar que Tsipras se plegaba a las exigencias de la Troika y en contra de las políticas que había anunciado para llegar al poder. Se da la circunstancia de que Varoufakis anunció esta semana la creación de un movimiento paneuropeo, al que se ha unido la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y la dirigente de Compromís, Mònica Oltra.

En la actualidad, el Gobierno griego bajo la presidencia de Alexis Tsipras se ha comprometido con la cuadriga de acreedores (Comisión Europea, Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional y Mecanismo Europeo de Estabilidad) a ahorrar un 1 % del Producto Interior Bruto (PIB) este año, es decir, 1.400 millones de euros.

Las nuevas medidas se topan con la resistencia de una sociedad que ya ha visto recortadas sus pensiones en los últimos años en una media del 30 %. El sistema griego de jubilación tiene dos componentes, una pensión principal, que el Ejecutivo ha recalcado que no recortará, y una suplementaria, ambas públicas. El ministro de Trabajo, Yorgos Katrúgalos, aseguró hoy, en declaraciones a la televisión privada Skai, que el Gobierno no aceptará rebajar la pensión principal por debajo de los 384 euros ni aumentar a más de 15 los años cotizados necesarios para optar a una pensión.

Del mismo modo, el propio Katrugalos no descartó que haya desencuentros en la negociación y dijo que Atenas podría incluso solicitar la intervención del Parlamento Europeo en caso de que los acreedores se niegan a aceptar la propuesta griega. El rechazo social a estos nuevos recortes ha provocado una nueva convocatoria de huelga general para el próximo 4 de febrero, organizada por los sindicatos privados.