Un caso de acoso de un profesor a una alumna azota la Universitat de Barcelona. Los hechos ocurrieron en el año 2016, pero ahora los mensajes entre el catedrático de Ciencia Política y actual vicerrector del centro, Jordi Matas, han salido a la luz. Este iba a ser el tutor del Trabajo de Final de Grado (TFG) de la joven, de 21 de años, pero todo comenzó a cambiar por la insistencia del docente, que llegó a contarle que había tenido varios sueños eróticos con ella así como escribirle de forma compulsiva a través del WhatsApp. Ella le denunció pero una comisión formada por tres hombres desestimó el caso y le dio la razón al profesor.

Mensajes de acoso del vicerrector de la UB a una alumna

Tal y como publica este lunes elDiario.es tras hablar con personas cercanas a la joven y con la propia víctima, esta estableció una relación de amistad con el que era su profesor, al que tanto ella como muchos estudiantes consideraban un ejemplo. En un prinicipio solo hablaban de temas académicos. De hecho Matas iba a ser su tutor para el TFG. En alguna ocasión comieron juntos cerca de la Universitat de Barcelona, concretamente de la Facultad de Derecho donde ella estudiaba y él impartía clases como catedrático. Pero entonces todo comenzó a cambiar cuando el hombre le dedicaba mensajes subidos de tono, le insistía por mensajería e incluso le buscaba por el centro.

Esto era octubre de 2016 y se extendió en el tiempo. Así, la estudiante lo acabó denunciando a la Unidad de Igualdad de la UB en marzo de 2017. Para ello aportó los mensajes que el catedrático le mandaba y añadió en su instancia que incluso el profesor "la acariciaba en las piernas, los brazos y las manos" en algunos de sus encuentros, que ella enmarcaba en una relación de amistad con un docente al que admiraba. La comisión formada para tratar este asunto -dirigida por tres hombres- decidió archivar el caso. La joven pidió ayuda a su entorno, que hicieron un grupo para protegerla, y a algunos profesores. También cambió su tutoría del TFG para que no fuera Matas.

"Tengo mucho miedo"

"Me está siguiendo, por favor ayuda, tengo mucho miedo", comunicó a sus amigos el 21 de diciembre de 2016 a las 10:19h. "Sacadme de aquí, está en la puerta del bar, socorro", les dijo al día siguiente a las 9:45h. "Está en la puerta del bar. ¿Puede venir alguien?", escribió una compañera que la acompañaba en ese momento en el mismo grupo de Telegram que crearon. Y es que Matas no solo la esperaba y la buscaba, sino que la insistía por mensajes, hasta le reprochaba que no le contestara con la rapidez que a él le gustaría o que evitara encontrarse de forma presencial para evitar cualquier escena complicada. La joven confiesa que estaba preocupada porque él era su profesor.

"A ti seguro que te dirigiré el TFG, te echo demasiado de menos", le dijo en junio de 2016. "Tengo ganas de verte", le escribió 10 días después. "Te echo de menos un poco", le volvió a decir el 13 de agosto. "Ganas de verte", insistió seis días más tarde, tal y como publica elDiario.es tras acceder a estos mensajes. Matas también le explica ese agosto que ha soñado con ella en dos ocasiones pero no fue hasta varios meses después cuando le confiesa el contenido de los mismos, aunque la chica lo sospechaba. "El sueño empieza comiendo… Pero después de comer es cuando empieza la fiesta", le dice el catedrático a su alumna en una de las conversaciones.

Insistencia por WhatsApp

Ya los mensajes posteriores a ese encuentro muestran cómo Matas reprochaba a la alumna su frialdad. "No te doy un poco de penita… Yo te he explicado que tuve un sueño y tú en cambio no me dices nada es un poco injusto", le dijo horas después de verse en su despacho. "Te dejo en paz porque no me quiero poner pesado… Porque pasas de mí olímpicamente", le insistió al ver que esta no comentaba nada. Una semana más tarde le vuelve a escribir para preguntarle a esta si está bien. "Te noto un poco agobiada", le insiste. "Te echo de menos… Necesito alumnos de confianza", le dice el 20 de octubre a las 17:04h. "No me haces ni caso", le vuelve a escribir esa noche.

En otras conversaciones se puede ver como el profesor le insiste en quedar a comer, le afea que tarde en responderla e incluso le pide que suba a su despacho para verse. "Por cierto, sales guapísima en la foto", le dice sobre la imagen del WhatsApp. "Tengo ganas de verte", le insiste al día siguiente. "Me pones triste", añade, tras reprocharle de nuevo a la estudiante que no le hace suficiente caso. Ella en muchas de las ocasiones le responde de forma fría, en otras le deja en leído, y confiesa que no rompe del todo con esta situación por miedo ya que es su profesor y tema que pueda tener consencuencias. Esto le generó un estado de ansiedad, tal y como ratifican sus amigos.

Entonces la joven lo denunció pero una comisión formada por tres hombres -que cuestionaron la forma de responder de ella en vez de los mensajes fuera de tono de él- consideraron que no había una situación de acoso. El actual rector de la UB, Joan Guàrdia, incluyó a Matas en su candidatura a las elecciones al rectorado de la universidad a finales de 2020, y cuando ganó le recuperó para el vicerrectorado de Relaciones Institucionales, Comunicación y Política Lingüística, donde continúa. "No aflora que la denunciante recibiera este comportamiento como de acoso", señalan las conclusiones del expediente, que reprocha que la relación "no fue rechazada" por la víctima.