La carta, publicada en la revista científica The Lancet y firmada por una veintena de los más prestigiosos científicos españoles comienza haciendo un repaso por las duras cifras que, hasta ahora, ha dejado la pandemia en nuestro país: “La covid-19 ha golpeado fuertemente a España, con más de 300.000 casos, 28.498 muertes confirmadas, y un exceso de alrededor de 44.000 muertes, a 4 de agosto de 2020. Más de 50.000 trabajadores de la salud han sido infectados, y casi 20.000 muertes se dieron en residencias de ancianos”.

Lo cierto es que en prácticamente todos los países se estima o se sospecha que las cifras oficiales del coronavirus están infravaloradas, pero no deja de llamar la atención que, tomando los datos proporcionados por los Gobiernos, España es el cuarto país con mallor tasa de mortalidad a pesar de contar con uno de los mejores sistemas de salud del planeta según las clasificaciones internacionales. En concreto, solo Bélgica, Reino Unido y Perú superan los 61 muertos por cada 100.000 habitantes. Sin embargo, que de los diez países con mayor tasa de mortalidad seis sean europeos, continente con mejores sistemas de sanidad pública, puede indicar que quizas sea pronto para comparar unos datos inciertos.

Las explicaciones a los datos de España son variadas, aunque seguro que incluyen razones como la ausencia de una reserva de material sanitario, como epi's, ante pandemias, la alta movilidad de personas o una población altamente envejecida. En este sentido, los firmantes añaden que “Estos problemas se exacerbaron por los efectos de una década de austeridad que había agotado la fuerza laboral sanitaria y reducido las capacidades del sistema de salud”,

Una investigación completamente científica y apolítica

En la carta, los científicos aseguran que su petición no pretende encargarse de repartir culpas, algo que podría echar a perder el verdadero objetivo de la investigación: La mejora multidisciplinar de España para afrontar pandemias. “No se trata de una búsqueda partidista de reproches políticos, aseguran los firmantes de esta carta, sino un análisis necesario para entender lo ocurrido y evitar que vuelva a suceder. Ahora se necesita una evaluación integral de los sistemas de salud y asistencia social para preparar al país para nuevas oleadas de covid-19 o futuras pandemias, identificando debilidades y fortalezas, y lecciones aprendidas”, se afirma en el escrito.

Helena Legido-Quigley, promotora del mismo y experta en salud pública de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, comenzó esta iniciativa poco después de conocer que la OMS pretende hacer su propio exámen a la gestión epidemiológica de España y otro países. También añade que “es importante que sepamos lo que ha pasado, ahora que la situación no es tan difícil como al principio, sobre todo para poder estar listos frente a una posible segunda oleada en otoño. Sería muy bueno que España lo hiciese porque, ahora mismo, las cosas se siguen haciendo regular por parte de algunas administraciones y necesitamos prepararnos mejor para el futuro”.

Un camino para evitar repetir errores que, con independencia de sus gobiernos, ya han emprendido los dos países europeos que una gestión de la crisis más criticada: Reino Unido y Suecia.

Entre los firmantes encontramos voces que han servido de guía durante los últimos meses como Margarita del Val, viróloga del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa; Carme Borrell, gerente de la Agència de Salut Pública de Barcelona; Daniel Prieto-Alhambra, farmacoepidemiólogo de la Universidad de Oxford (Reino Unido); Carles Muntaner, profesor de Salud Pública en la Universidad de Toronto (Canadá); Rafael Bengoa, asesor para la reforma sanitaria de Obama o Manuel Franco, investigador de la Universidad Johns Hopkins (EE UU).

Los expertos solicitan "una evaluación independiente e imparcial por parte de un panel de expertos internacionales y nacionales, centrándose en las actividades del gobierno central y de los gobiernos de las 17 comunidades autónomas”.

Además dan una muy especial relevancia a que el análisis de esa investigación "no se politice" y se deje en manos de científicos “independientes, imparciales y sin conflictos de intereses”.

Los firmantes, que aclaran que pertenecen a diversas sensibilidades políticas, piden abordar el problema desde tren ángulos: Gobernanza y toma de decisiones, asesoramiento científico y técnico y capacidad operativa. Aunque también se deberán tener en cuenta "circunstancias sociales y económicas que han contribuido a que España sea más vulnerable, incluidas las crecientes desigualdades”.

El grupo de científicos concluye "alentando al Gobierno español a considerar esta evaluación como una oportunidad que podría conducir a una mejor preparación ante una pandemia, prevenir muertes prematuras y construir un sistema de salud resistente, con evidencia científica en su núcleo”.