Una vez más los efectos de la Covid-19 azotan al turismo español. Reino Unido ha decidido reimponer una cuarentena a los viajeros procedentes de nuestro país so pena de una multa de 1.027 euros o incurrir en causas penales si lo incumplen, debido al incremento, aseguran, de rebrotes en distintas comunidades autónomas.  

De hecho, el Gobierno británico defendió este fin de semana su firme decisión de imponer restricciones a los viajeros pese a las protestas de los mismos y las acciones diplomáticas del Gobierno de España. El ministro británico de Exteriores, Dominic Raab, aseguró: “Entiendo que es un trastorno para los afectados que están en España o se planteaban ir, pero debemos ser capaces de actuar de forma rápida y decisiva para proteger al Reino Unido”, que se mantiene como el primer país de Europa y tercero del mundo más castigado por la pandemia, mientras que España ocupa la sexta tasa más alta de la Unión Europea, según los datos del del Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades.

La decisión de última hora

El anuncio se produjo la noche del sábado al domingo, precisamente uno de los días con más vuelos programados a España. Se trató de una decisión precipitada, tomada en apenas cuatro horas como han asegurados medios locales. Tal es así que, varios miembros del Ejecutivo británico se encontraban en España cuando se realizó el anuncio. Es el caso del ministro de Transporte, Grant Shapps o del secretario de Estado para Londres, Paul Scully, que se estaba veraneando en Lanzarote. Se desató el caos.

El touroperador TUI, uno de los principales de Europa, decidió entonces cancelar hasta el próximo 9 de agosto los paquetes turísticos con destino España -a excepción de Canarias y las Islas Baleares- al igual que su competencia Jet2. Las aerolíneas comenzaron a ver cómo sus ventas se desplomaban como fichas de dominó.

A primera hora de la mañana Ibex 35 ya sufría las consecuencias de la decisión del primer ministro británico, Boris Johnson. La bolsa caía un 1,16 por ciento arrastrada por los valores vinculados al turismo. En el caso de España, los inversores han optado por invertir en valores refugio, como el oro, que ha marcado hoy un máximo histórico, mientras que IAG, Aena y Meliá experimentaban caídas de hasta el 10 por ciento. ¿Por qué?

Reino Unido supone el 20 por ciento de los turistas de nuestro país. El pasado año 18 millones de viajeros procedentes de la isla dejaron en España cerca de 18.000 millones de euros que fueron a parar especialmente a Canarias (32, 9 por ciento de los turistas); la Comunidad Valencia (25,1 por ciento) y Andalucía (23,2 por ciento), según datos del INE. Por lo que, la decisión de reimponer la cuarentena ya ha comenzado a colapsar el sector.

La Asociación Hotelera de Menorca (Ashome) prevé el cierre prematuro de algunos hoteles debido a las cancelaciones. De igual forma opina la presidenta de Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC), Gloria Guevara, que aseguró que la exclusión de España de la lista británica de países seguros es “desastrosa”. Por su parte, la Confederación Española de Hoteles y Apartamentos Turísticos (CEHAT) solicita al Gobierno de Sánchez que se realicen pruebas de coronavirus en origen y destino a los viajeros e incluso se ha ofrecido a financiar los test a la salida de sus establecimientos en España con tal de salvar, en la medida de lo posible la temporada.

Sin embargo, hasta que no se concreten medidas, la esperanza de los hosteleros reside en las ‘low cost’ que como Ryanair, EasyJet, Vueling o British Airways han decidido, de momento, mantener los vuelos a nuestro país.

Caos en Reino Unido

Por su parte, la Comisión Europea se ha pronunciado al respecto y ha solicitado a los estados miembro a no discriminar entre regiones con situaciones epidemiológicas similares.

Tengamos en cuenta que en Reino el uso de la mascarilla en espacios cerrados no se hizo obligatorio hasta el pasado viernes y que la postura del Gobierno conservador de Boris Johnson desde el inicio de la pandemia ha sido la de apostar por la inacción para finalmente lograr la denominada “inmunidad de rebaño”. La semana pasada, el mismo Johnson instó a los ciudadanos británicos a regresar a la normalidad, aunque en apenas unas horas su Ejecutivo lanzara una medida sorpresiva que iba a afectar a cientos de miles de turistas, muchos de ellos nacionales.

No se calcularon entonces los costes asociados, tanto económicos como personales para los miles de ciudadanos que tenían programadas sus vacaciones o que en esos momentos se encontraban con destino a España. Todos ellos no contarán con cobertura gubernamental para paliar el agujero que ha supuesto el anuncio de su primer ministro.

Pero los bandazos políticos del Ejecutivo conservador ya vienen siendo habituales en los últimos meses de gestión de la pandemia. De hecho, esta última medida bien le ha valido al primer ministro la crítica de la bancada laborista, que solicita más PCRs y una mejor capacidad de rastreo. Una propuesta que también ha recibido el apoyo del director de Asuntos Públicos de la asociación de aerolíneas Airlines UK, Rob Griggs.

Por lo tanto, cabe preguntarse: la decisión de reimponer la cuarentena a los viajeros procedentes de España ¿tiene verdaderamente motivaciones sanitarias o es un ejemplo más de la desquiciada hoja de ruta de Johnson frente a la Covid 19?