Cuando uno tiene la posibilidad de observar ciertas campañas de publicidad de los años 50 donde se sitúa a la mujer en un marco ciertamente similar a la esclavitud, resulta inevitable llevarse las manos a la cabeza. Sin embargo, el tratamiento por parte de cierto sector del periodismo a la figura de la mujer resulta similar. Equiparar a deportistas de élite con niñas inexpertas y desvalidas, ubicadas en el mundo gracias a una figura masculina y utilizar sus cuerpos como reclamo, no hace más que ayudar a la descomposición de la profesión periodística. La estraegia del periodismo deportivo para acercar al espectador una disciplina femenina concreta, no es hablar de la disciplina en sí, sino de la mujer que la practica. Vender un deporte cosificando a la deportista. Y eso, no es periodismo.
Los ejemplos en los que se puede comprobar cómo desde los medios especializados en deporte se menosprecia la figura de la mujer son incontables. Desde estos medios se justifica el uso de la deportista con un mero objeto para vender una noticia y así, obtener más visitas. Por ello, convertimos la profesión en esclava del 'clickbait' (cebo de clicks). La mejor jugadora de bádminton del mundo, es un ejemplo perfecto. En vez de ponderar la figura de Carolina Marín tras su rotundo éxito en los Juegos Olímpicos de Río de 2016, para el diario 'As', el verdadero protagonista del oro, no fue quien lo consiguió, sino su entrenador.
¿Que .@diarioas ha borrado este tuit y la noticia donde ninguneaba a Carolina Marín? VAYA, VAYA LA RABIETA. #ESP pic.twitter.com/ApBa22lkb3
— Arantxa Gil (@arantxastark) 19 de agosto de 2016
Si desde 'As' se infantilizó la figura de la jugadora de bádminton, equiparándola con una niña caprichosa, la cual, sin la ayuda de un hombre para enderezarla no habría conseguido nada, en El Mundo hablaron de que “y hasta se ha echado novio”. A pesar de su carácter, claro.
Y hasta se ha echado novio http://t.co/kzIk00BdKy Vaya. Se luce @elmundoes con este titular para la campeona mundial de bádminton
— Pampa G. Molina (@pampanilla) 10 de agosto de 2015
Además de sendos ejemplos, también resulta significativo el uso desde 'lainformación.com' de la infantilización de una mujer campeona oliímpica en bádminton. El uso del término “niña” y la referencia a Nadal consiguen restar importancia a su gesta. ¿Qué habría sido de esta pobre niña sin un referente como el tenista?