Es el hombre más buscado de España. Al menos desde el estallido del que ya se empieza a conocer como Barçagate. José María Enríquez Negreira, exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), quien percibió más de 7 millones de euros del FC Barcelona por presuntamente conceder al club catalán un trato arbitral favorable, ha regresado a la Ciudad Condal tras huir a la costa levantina toda vez que el caso Negreira trascendió a la esfera pública. El Mundo ha cazado  al que fuera mano derecha de Sánchez Arminio en un piso situado en el centro de la capital catalana, en compañía de su actual esposa.

Enríquez Negreira tiene su residencia habitual en Barcelona, aunque desde el estallido del escándalo de corrupción se había alejado del foco mediático que le perseguiría por las calles de la capital de Cataluña. Al menos así lo reflejan fuentes de su entorno a las que alude el diario El Mundo. El exárbitro buscó refugio en la costa levantina, donde ha pasado desapercibido a los objetivos de las cámaras y los micrófonos del os periodistas, haciendo vida de jubilado.

Después de pactar su vuelta a Barcelona con sus abogados, el excolegiado ha regresado a su domicilio habitual para preparar su defensa en la causa abierta. A media mañana de este pasado jueves, las cámaras del mencionado diario captaron a Enríquez Negreira salir del portal de su edificio para dar un paseo con su mujer. Su familia alega que padece un principio de Alzheimer, lo que podría explicar su deteriorado aspecto físico. Tras almorzar en una cafetería, han abandonado la ciudad con dirección desconocida.

A pesar de los pagos del FC Barcelona (7,3 millones de euros), ni Enríquez Negreira ni sus dos sociedades instrumentales (Dasnil y Nilsad) cuentan con un solo inmueble a su nombre. No obstante, para evitar los focos y los micrófonos de la prensa, la que fuera mano derecha de Sánchez Arminio se ocultó en varios lugares durante las últimas semanas. Benidorm fue uno de ellos, donde pudo pasar desapercibido al ser un epicentro turístico para personas mayores que disfrutan de unos días de merecida desconexión gracias a los viajes del IMSERSO.

Sobre él y sus empresas recae una investigación fiscal, amén de arrastrar sanciones tributarias desde que se forjó el vínculo mercantil con el Barça. Sus dos sociedades están inmersas en requerimientos de Hacienda desde 2002. No obstante, hasta la fecha resulta una incógnita el destino final de los pagos como “asesor” azulgrana.

Los trabajos de Negreira

El excolegiado ha dado señales de vida en los últimos años cuando se lo ha requerido Hacienda, aunque recientemente tuvo que acudir a la citación de la Fiscalía. En aquella primera ocasión, Negreira señaló con migas de pan el camino hasta el Camp Nou, al admitir que el Barcelona le había contratado para obtener un trato “neutral” por parte de los árbitros. El exvicepresidente del CTA reconoció entonces que no podía probar su relación con la entidad blaugrana con informes de cualquier índole, dado que las asesorías por las que presuntamente pagó el cuadro culé eran “verbales”.

No obstante, el actual presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, asegura que sí existen informes físicos en el club correspondientes a su primera etapa como máximo mandatario culé, aunque desde la entidad azulgrana, según El Mundo, contradicen a su jefe, pues aseguran que solo hay constancia de los estudios del hijo de Negreira, que llegaban a las oficinas del Camp Nou en un sobre.

Si bien algunos excolegiados recuerdan su nula influencia en las designaciones de los partidos, la realidad es bien distinta, pues era el encargado de verbalizar quiénes ascendían o descendían de categoría. Trabajo que realizaba mientras cobraba del Barça por presunto asesoramiento. No obstante, su exmujer y miembros de su entorno más cercano jamás llegaron a ver ni de soslayo los 7,3 millones de euros que percibió de la escuadra culé.

Laporta lo recontrató

Según la investigación de Football Leaks, el actual presidente azulgrana, en su primera etapa, suspendió la relación mercantil con Enríquez Negreira. Las primeras vinculaciones con el Barça datan de 2001, momento en el que el club comenzó a pagar por los presuntos informes arbitrales, aunque hay fuentes que atribuyen el inicio del nexo entre las dos partes durante la presidencia de José Luis Núñez. No obstante, no hay documentación con la que sustentar esta sospecha.

En cualquier caso, en la temporada 01/02, el club pagó al excolegiado, a través de la empresa Dasnil 95, un pico superior a los 135.000 euros, aunque los pagos se paralizaron en aquel momento. En el último año de legislatura de Joan Gaspart tampoco se retribuyó al entonces vicepresidente del CTA.  Unos meses después, Laporta entraría en juego con la promesa de “levantar las alfombras” de la casa culé y romper con todo lo construido por el nuñismo y Gaspart.

Sin embargo, los pagos volvieron, dos años después. El FC Barcelona retomó la relación mercantil con Enríquez Negreira y en la temporada 05/06 se retribuyó al excolegiado con 152.000 euros. Estos se mantuvieron durante todo el mandato de Laporta y sus subsiguientes sucesores, hasta que Josep María Bartomeu, aprovechando el cambio en la estructura de la RFEF, corta lazos con un amenazante Enríquez Negreira.