Juan Carlos I anunciaba esta semana su retirada definitiva de la actividad pública entre los ya comunes elogios a toda su trayectoria. Sin embargo, uno de los que más ha debido alegrarse de su despedida ha debido ser Jesús Calvo. El polémico cura de la localidad leonesa de El Burgo Ranero no tuvo reparos en calificar a Juan Carlos como un “traidor a Franco” que “debería ser excomulgado” por haber firmado leyes abortistas.

Las 'perlas' y planes del cura franquista

Pero este confeso falangista ha ido dejando a lo largo del tiempo muchas más ‘perlas. “La vida de cualquier torero español vale más que la de todos los rojos”, afirmaba en 2016, tras la muerte del torero Víctor Barrios, “un joven representante de un arte ligado al genio español y a la tradición de nuestra patria”.

En 2014, junto al medio ultraderechista Alerta Digital, destacó que el cáncer que le fue diagnosticado a Pedro Zerolo, diputado socialista por Madrid, había sido “efecto de la divina providencia”.

Antes de esto, en 2013, Calvo ya había suscitado polémica al pedir que “los gays se aparten para no contagiar a la sociedad”. Estas declaraciones le valieron una reprimenda de la propia jerarquía de la Iglesia Católica, aunque no se consideró necesario retirarle su puesto de párroco.

Sus palabras sobre las medidas que adoptaría para salir de la crisis también fueron sonadas. A su juicio sería necesario “recristianizar España”, abogar por la “unión del Estado y una Iglesia que debe ser ultraconservadora” y proceder a la “ilegalización de los partidos políticos porque como dijo José Antonio, el mejor destino de las urnas es romperlas”.