El jurado popular ha declarado culpable a Jorge Ignacio Palma del asesinato de Marta Calvo, Arliene Ramos y Lady Marcela Vargas, así como de intentar matar a otras seis mujeres y abusar sexualmente de otra tras más de un mes de juicio. 

El jurado, compuesto por nueve miembros, siete mujeres y dos hombres, ha deliberado durante los últimos cinco días sobre alrededor de 700 preguntas sobre los delitos cometidos. Se refieren a los actos cometidos contra la vida de tres mujeres, contra la libertad sexual de diez mujeres, contra la salud pública (relacionados con facilitar drogas) y contra la integridad moral de los padres de Marta Calvo

El acusado ha negado los hechos que se le imputan y ha defendido su inocencia durante la vista, insistiendo: “Lo único que puedo decir es que no le he quitado la vida a nadie, no he drogado a nadie, no he violado a nadie ni he puesto droga a nadie en sus órganos genitales”. 

Las acusaciones

Jorge Ignacio Palma fue detenido el 4 de diciembre de 2019, acusado de la desaparición de Marta Calvo y él aseguró que “había descuartizado”. También se le imputan otras dos muertes de mujeres y el intento de homicidio de otras siete víctimas. 

Sentencia 

Las acusaciones piden prisión permanente revisable, mientras que la Fiscalía solicita 120 años de prisión. Esto supone 10 años menos que lo que requería inicialmente tras retirarse una de las víctimas de la acusación, que no quiso declarar en el juicio. La defensa pedía la absolución del acusado. 

El cuerpo sigue sin aparecer 

Durante su turno de palabra, rechazó haber matado a ninguna de las tres víctimas y admitió haber descuartizado el cadáver de Marta Calvo, para después tirarlo en bolsas a dos contenedores de dos localidades de Valencia. 

Se realizó una búsqueda intensiva en el vertedero de Dos Aguas y en el centro de tratamiento de Guadassuar donde se inspeccionaron durante ocho meses aproximadamente 13,5 millones de kilos. A día de hoy, el cuerpo de Marta Calvo sigue sin aparecer

Tras las declaraciones del acusado, la madre de la joven, Marisol Burón, lamentó ante los medios de comunicación que se iba con dolor de no saber dónde se encuentra el cuerpo de su hija: “Lo peor de todo es que sigo sin saber dónde está”.