Hace 102 años, el 3 de abril de 1919, el gobierno español firmó un decreto que fijaba la jornada laboral máxima de ocho horas diarias. Lo hacía tras una intensa huelga de 44 días iniciada por el despido de varios trabajadores de una operadora eléctrica de Barcelona que pertenencia a un banco canadiense y que logró paralizar el sector. España se convirtió así en el primer país del continente en adoptar por ley la jornada de 8 horas laborales.

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De las 12 horas al teletrabajo

Aunque hoy nos planteamos las jornadas semanales de cuatro días, la práctica del teletrabajo y veamos la jornada de 8 horas como algo normal e incluso un horario excesivo, hasta hace poco se contemplaba como una reivindicación histórica para conquistar ya que las jornadas laborales eran como mínimo de 12 y 14 horas.

Fue en los inicios del siglo XIX, en paralelo con la revolución industrial, cuando el movimiento sindical exige la reducción de la intensa y explotadora jornada laboral del momento. En concreto, en España, comenzó en una fábrica de Barcelona con el despido de ocho trabajadores.

Un camino jalonado de movilizaciones

Fue un día como hoy, 9 de octubre pero de 1919, cuando los españoles comenzaron a regular su trabajo con la jornada laboral de 8 horas siendo nuestro país pionero en el mundo en aprobar esta ley que hoy vemos como básica y elemental. Fue por una ley aprobada seis meses antes, el 4 de abril de ese mismo año pero promulgada ahora. El camino hacia la jornada laboral de ocho horas no fue fácil, ni corta en su tramitación ni graciable en su concesión. Fue conquistada por los trabajadores tras mucho esfuerzo y reivindicación. Detrás de este logro hay un camino jalonado de movilizaciones, activismo sindical, lucha obrera y una huelga de enorme dimensiones que sirvió de espoleta para hacer para poder dejar atrás la jornada de 12 horas.

Movilizaciones jornada laboral 8 horas

Con esta importante conquista los trabajadores y trabajadoras de España conseguían una mejora de la calidad de vida, una mayor posibilidad de conciliación de la vida laboral y personal, aumento del tiempo para el descanso, su ocio y un avance importante para la salud de los españoles.

“Ocho horas de trabajo, ocho horas de recreo y ocho horas de descanso”

Con esta ley se consiguió acceder al reparto vital que Robert Owen, un empresario británico considerado el ideólogo de este lema: “Ocho horas de trabajo, ocho horas de recreo y ocho horas de descanso”.  Antes, en 1810, Owen ya había establecido la jornada de 10 horas en sus fábricas que posteriormente  decidió ir más lejos y reducirla a las ocho horas.

Para que España lo lograse y fue el primer país en legislarlo fue necesaria una convulsa huelga y un enorme movimiento de apoyo.  

Historia del movimiento

Hagamos un poco de historia. Al comienzo de la revolución industrial, estaban normalizadas las laborales de 12h ó 14h laborales. Hay que esperar a mediados del siglo XIX para ver como se inician los primeros movimiento los sindicales reivindicando una reducción de las horas de trabajo diarias. Es en 1866 cuando la Asociación Internacional de Trabajadores (Primera Internacional) en su cónclave de Ginebra, acuerda incluir en su lucha y exigencias  la jornada de 8 horas. En los Estados Unidos ya había sido aprobada una legislación que regulaba esta norma para los empleados federales pero no es menos cierto que no se puso en práctica. Las protestas de los trabajadores generadas por ello terminaron en la tragedia del 4 de marzo cuando un atentado provocó varios muertos en Chicago. Por ello la internacional acordó que el 1 de mayo se instaurara como el Día de los Trabajadores.

Reclamación de la jornada de ocho horas, domingos, etc

 

Tuvo que ser en España, medio siglo después, cuando por una huelga que comenzó en una fábrica de Barcelona provocada por el despido de ocho trabajadores, se consiguió que por primera vez en Europa se aprobara la reducción de la jornada laboral de 8H. Fue en el inicio del año 1919 y sucedió en la operadora eléctrica Riegos y Fuerzas del Ebro, cuyo propietaria era la compañía Canadian Bank of Comerce of Toronto, popularmente conocida como “La Canadiense”.

Este grupo empresarial despidió a 8 de sus trabajadores de su filial de Barcelona por crear un sindicato independiente. La consecuencia fue un movimiento huelguístico del resto de trabajadores de la compañía comenzado en febrero de 1919. Como en las fichas del dominó, a esta huelga se sumaron más obreros del más del sector, en concreto la plantilla de la otra gran empresa local, Energía Eléctrica de Cataluña. Fueron más de 100.000 trabajadores los que dejaron paralizado el 70% de la industria eléctrica de la zona.

Romanones tras firmar el decreto de las 8 horas dimitió

Tras 44 días y ante la enorme presión y duración del conflicto, el Gobierno cedió y aceptó a instaurar la jornada de ocho horas firmando, un 3 de abril de 1919, el decreto ley que lo regulaba. España se convirtió así en el primer país europeo en establecer por rango de ley la jornada laboral de ocho horas. El conde de Romanones, ministro responsable de la firma, dimitió tras rubricarlo. A sus espaldas dejaba un balance de 3000 trabajadores destinados y el asesinato de sindicalistas y casi 50 días de alta tensión en las calles y la declaración de un "estado de guerra” que permitió que el ejército tomara las principales calles de Barcelona. El Gobierno tuvo que dejar en libertad a los detenidos, readmitir a los huelguistas y pagar la mitad de los días de huelga.