El 1 de mayo se celebra el Día Internacional del Trabajador. Una fecha que conmemora a nivel mundial el movimiento obrero. Este día surge en el siglo XIX como una forma de reivindicar diferentes causas relacionadas con el trabajo, ya que, a pesar de ser una de las épocas de mayor progreso industrial y económico, también se vivieron los mayores abusos laborales.

Los trabajadores de esa época sufrían largas jornadas laborales con turnos de hasta 15 horas de trabajo. Por lo que el movimiento obrero comenzó en todos los países una lucha por sus derechos y por la demanda de las jornadas de 8 horas. En 1886, los incidentes de Haymarket se dieron cuando en Chicago hubo enfrentamientos entre la policía y los manifestantes pacíficos. Albert Pearsons junto con más de 80 mil trabajadores lideraba el movimiento que se extendió por todas las ciudades. Más de 400.000 obreros de Estados Unidos llegaron a realizar 5.000 huelgas simultáneas.

El 21 de junio se juzgó a 31 obreros acusados de promover el conflicto y fueron condenados a cadena perpetua, a trabajos forzados y a algunos, los Mártires de Chicago, a la horca, por lo que, su recuerdo se conmemora el 1 de mayo. La convocatoria de este día a nivel mundial fue todo un éxito y algunos gobiernos se vieron obligados a aprobar leyes en favor de los trabajadores. Hubo en todo el mundo un gran seguimiento de la jornada y los organizadores decidieron repetir la celebración, sentando las bases de lo que sería el Día Internacional del Trabajador, día festivo nacional en la mayoría de países del mundo.

En España se celebró por primera vez en 1889, pero fue prohibida durante 4 décadas durante la dictadura de Franco, hasta que en 1978 finalmente fue nuevamente legalizada y establecida como fiesta nacional. Es una jornada que se ha utilizado habitualmente para realizar marchas y diferentes reivindicaciones sociales y laborales en favor de las clases trabajadoras liderados, en su mayoría por movimientos anarquistas y comunistas.