Los profesionales sanitarios defienden la necesidad del hospital de campaña instalado en el IFEMA para descongestionar los hospitales madrileños, pero denuncian la desorganización que reina en el recinto ferial y la falta de materiales de protección y de un sistema de seguridad que evite el contagio de coronavirus a los médicos y enfermeras.

La zona de descontaminación, desactivada

Este lunes, los sanitarios que accedieron a IFEMA se encontraron con que se había desactivado el arco de descontaminación de la ropa en el acceso de los profesionales al pabellón 5 y, según ha podido confirmar El Plural, aún sigue sin estar en funcionamiento. Los otros dos pabellones habilitados, el 7 y el 9, carecen de este sistema de seguridad.

Los profesionales denuncian, además, que se les da bolsas de basura en lugar de gorros y delantales de plástico en vez de batas de protección. En los vestuarios están "hacinados" sin que puedan guardar distancia de seguridad.

Alicia Martín, presidenta del sector de Atención Primaria de AMYTS, ha señalado la importancia de IFEMA, "un hospital absolutamente necesario para desongestionar los hospitales ya colapsados", pero "necesitamos que los profesionales estén protegidos".

No da cerrojazo a la Atención Primaria

Otros profesionales han criticado que se traslade médicos de la Atención Primaria a IFEMA, provocando "el cerrojazo" de un servicio (los médicos de familia en los ambulatorios) que es vital para evitar el colapso de las Urgencias en los hospitales y reclaman más personal.

60 médicos convocados y sólo trabajaron 10

Sheila Justo, presidenta del Sector Médicos Jóvenes y MIR de la Asociación de Médicos y Titulados Superiores (AMYTS), ha denunciado que "el viernes fueron convocados 60 residentes en el IFEMA y sólo entraron a trabajar 10 de ellos. Se debía hacer un relevo a mitad del turno que nunca se produjo, por tanto se quedaron 50 hacinados en una sala, afuera".

Reina la desorganización

Personal sanitario que presta servicio en IFEMA ha denunciado que “el volumen de pacientes ha ido en aumento y se ha iniciado la convocatoria y llegada de más médicos residentes sin informarles sobre la organización ya establecida" y se ha producido "un desconocimiento de los protocolos estandarizados o sobre el manejo de los pacientes. Falta supervisión en los controles, equipos de protección y todas estas incidencias nos conducen a una situación más al límite aún".

"Permanecemos hacinados en una sala de estar hasta el inicio del turno correspondiente y algunas veces estamos algo desorientados sin saber con certeza si nos tocará o no trabajar en alguno de los turnos siguientes, a pesar de llevar allí horas esperando", relatan estos profesionales.

Los médicos residentes insisten en que "pese a sentirnos maltratos y desprotegidos, pedimos  medidas de seguridad y organización adecuada para continuar trabajando con la misma ilusión y profesionalidad que el primer día”.