Preservar la calidad de vida de las personas con cáncer no solo contribuye a su bienestar, también supone una mejora de los resultados clínicos. La doctora Cristina Caramés, jefa asociada y coordinadora de Tumores Digestivos del Servicio de Oncología Médica de la Fundación Jiménez Díaz, integrada en la red sanitaria pública de la Comunidad de Madrid, lidera el proyecto ‘HOPE, HOspital de Día PErsonalizado’, una innovadora iniciativa que implanta un modelo de atención centrado en el paciente que, entre otras cosas, reduce el tiempo de espera para recibir un tratamiento de quimioterapia, por ejemplo, a 2-3 horas, frente las 9-12 horas, que es el promedio de los hospitales en España. "Nos preocupa no solo que el paciente se cure o reciba el tratamiento más adecuado, sino también que el este interfiera lo mínimo en su vida cotidiana, en su trabajo y en sus relaciones personales", explica la oncóloga.

¿Qué es el proyecto HOPE?

Hope es un programa que aumenta la esperanza de los enfermos de cáncer y supone un cambio en el paradigma de atención que involucra a enfermería, oncólogos, profesionales de los Sistemas de Información, Laboratorio y farmacéuticos. Todos ellos deben coordinarse para que el tratamiento necesario se ofrezca en el mínimo tiempo posible, evitando esperas innecesarias. "Lo que vimos es que en el proceso clásico había muchos pasos que no aportaban ningún valor esperas, desplazamientos, salas de espera y que realmente ni para el paciente, ni para su familia, ni para nosotros era bueno. Entonces lo que hicimos fue analizarlo y quedarnos con los puntos que realmente aportan valor y así rediseñar el modelo para ser los profesionales sanitarios y el hospital los que vamos en torno al paciente y a su familia y no viceversa", argumenta la Dra. Caramés.

Todos los equipos se coordinan de tal manera que son ellos los que se desplazan y mueven hasta el paciente, que recibe su tratamiento sin moverse del sillón. Se ha habilitado en el Hospital de Día sistemas ‘point of care’ que permiten, entre otras cosas, obtener resultados de análisis en sangre en menos de cinco minutos.

"HOPE ha demostrado que trabajando en equipo, creando un entorno de trabajo más seguro y confortable e implicándonos más en el proceso de salud de los pacientes, hemos mejorado nuestra relación con ellos y su experiencia, y hemos ayudado a darles vida y a interferir lo menos posible en el día a día para que, no solamente puedan curarse, sino también sentirse mejor durante su tratamiento", asegura la Dra. Caramés.

Además de los beneficios emocionales, el programa tiene un impacto directo en la salud. Tres años después de la puesta en marcha de HOPE, los ingresos hospitalarios por toxicidad grave del tratamiento han bajado hasta un 38%, y las citas innecesarias entre ciclos en un 62%, además de la significativa reducción del número de horas que pasan en el hospital (97%). Todo ello ha supuesto un aumento del NPS (NET Promotor Score), la herramienta que mide el grado de satisfacción del paciente teniendo en cuenta su predisposición para recomendar el servicio a otras personas.  EL NPS pasó del 75 al 95% entre 2018 y 2021. La cuestión que más destacan los pacientes fue la disminución de tiempos de espera y los desplazamientos, además del acceso inmediato a su equipo asistencial a través del Portal del Paciente, la aplicación que maneja el la Fundación Jiménez Díaz que permite al enfermo comunicarse con su equipo médico o de enfermería siempre que lo necesite, esté donde esté.

Al eliminarse las citas innecesarias, los oncólogos tienen más tiempo para centrarse en lo realmente clave, que es ofrecer una atención centrada en el paciente. El programa ha logrado reducir en un 98% la carga administrativa del especialista gracias a la definición, estandarización e integración de cada protocolo de tratamiento dentro de la historia clínica electrónica (HCE).

Inteligencia artificial

La atención del programa se extiende también al domicilio de los pacientes utilizando las herramientas que nos proporciona la digitalización y la innovación tecnológica. Hope cuenta con un chatbot (AI-ON: Asistencia Inteligente en Oncología), integrado en el Portal del Paciente y la HCE del usuario para abordar la atención de síntomas frecuentes y resolver dudas en tiempo real. De esta manera tienen una respuesta inmediata y la posibilidad de contactar directamente con los especialistas si es necesario.

Los pacientes, sobre todo, valoran la humanidad en la atención, que hace que el proceso sea “muchísimo más fácil”, en palabras de Roser, una de las beneficiarias de este programa. “Habéis conseguido que muchos podamos hacer una vida casi normal, lo que nos ha permitido recibir la fuerza de nuestra familia, de nuestro trabajo y entorno", subraya Pablo, otro de los usuarios. Todos ellos coinciden en que saber que no están solos les ha ayudado muchísimo en su proceso y asocian el programa con palabras como “normalidad”, “integración”, “naturalidad”, “cercanía”, “energía” y “alegría”.