Teófilo Rodríguez pesa 350 kilos y no pueden andar, respira con mucha dificultad y tiene la espalda llena de llagas. Su hermana, Dévora Rodríguez, cuenta que el Hospital de Manises (Valencia) le ha dado el alta a su hermano a pesar de su crítico estado de salud porque carecen de medios para atenderle.

“Sigue en el hospital porque para trasladarlo a casa han traído una camilla que su peso no soporta y nos hemos negado. Hemos presentado una reclamación y estamos a la espera de ver qué pasa”, explicaba su hermana. “Le duele mucho el cuerpo y desde hace un mes está casi todo el día durmiendo. Desplazarlo es muy doloroso para él. Tienen que sacarlo los bomberos y le salen moratones”.

El hospital ha decidido no pronunciarse al respecto

La Consejería de Sanidad ha señalado que Teófilo "va a permanecer ingresado y en el momento en el que proceda darle el alta hospitalaria el traslado a su domicilio se hará en una ambulancia bariátrica, con los apoyos necesarios, y siempre bajo la coordinación del Centro de Información y Coordinación de Urgencias" de la Generalitat.

El paciente ha padecido obesidad desde los nueve años, cuando tuvo un problema de tiroides, según cuenta su hermana. Dévora explica que “ha estado a dieta, pero no le hace nada. Le pusieron un balón gástrico y tampoco”. Hasta hace un par de meses era independiente, vivía de alquiler en un chalé con su novia con la que empezó a salir el año pasado. Cuenta con total naturalidad que “se conocieron, porque su padre es amigo de toda la vida de mi familia y se gustaron”.

A principios del mes pasado se le empezaron a hinchar las piernas y entonces dejó de poder andar. Esta es la tercera vez que lo ingresan en el hospital. La primera fue dado de alta en tan solo unas horas, la segunda se quedó ingresado durante una semana y después lo mandaron a casa con oxígeno. “El médico me dijo que nos hiciéramos a la idea de que se iba a morir”, cuenta. Ahora se encuentra en la sala de observación recostado sobre dos camas.

La última vez, para llevarlo al hospital, los bomberos tuvieron que tirar abajo una pared porque no entraba por la puerta y lo cargaron entre una docena de hombre. El pasado martes el hospital mandó una camilla que no soportaba más de 318 kilos y se rompió. “Ahora querían utilizar una igual para mandarlo a casa y nos hemos negado”, afirma su hermana.