El escenario que está dejando el paso del coronavirus tras su propagación por todo el mundo, no ofrece un buen pronóstico para la celebración de eventos multitudinarios y fiestas, tanto de pueblos como ciudades. Tras más de un mes de confinamiento, fruto de la declaración del estado de alarma, y sin fecha final para su levantamiento, las próximas festividades veraniegas peligran, y son muchos los que se preguntan si se celebrarán o no. Las medidas de seguridad de distanciamiento, así como la necesidad de evitar concentraciones de gente, son las normas más notables que hacen peligrar la celebración de eventos multitudinarios.

España es uno de los países más fiesteros a nivel mundial y, sobre todo, en el periodo estival son muchas las ciudades y localidades que invierten importantes sumas de dinero para honrar a su patrón, celebrando conciertos de reconocidos artistas, fiestas con orquestas u otras actividades. Es por eso que estas celebraciones cobran especial importancia en la inversión y en los beneficios económicos en las cuentas de las localidades. Diversas empresas organizadoras de conciertos y fiestas ya dan por perdidas las fiestas de este año, y además, un asesor de la OMS ha corroborado esta afirmación.

Fue Ezekiel Emanuel en un debate organizado por el New York Times el que aseguró, refiriéndose a Estados Unidos: “Cuando la gente dice que se reprogramarán conferencias, conciertos o eventos para octubre de 2020, no sé en qué se basan. Creo que eso será lo último en regresar. Siendo realistas, estamos hablando del otoño de 2021 como pronto”.

El coronavirus ya causó la cancelación de la Semana Santa, una de las celebraciones anuales que más dinero mueve en muchas regiones, sobre todo, en Andalucía. Sin embargo, el ejecutivo andaluz se ha mostrado más optimista ante la vuelta a la normalidad del ocio, ya que la popular Feria de Abril se ha traslado al mes de octubre. Claro que hay que recordar que el vicepresidente andaluz, Juan Marín, aseguró hasta el último momento que la Semana Santa se iba a celebrar.