La Guardia Civil ha detenido a nueve personas cuando pretendían robar el dinero depositado por un furgón de seguridad en una entidad bancaria de la calle Goya, en el centro de Madrid. Los ladrones forman parte de una organización especializada en importantes hurtos y habían conseguido más de medio millón de euros en diferentes golpes.

La operación COGO de la Guardia Civil se inició como consecuencia de varios robos cometidos en entidades bancarias en la provincia de Toledo, destacando un hurto en una entidad bancaria de la localidad de Illescas el pasado día 2 de julio, cuando los ahora detenidos sustrajeron 148.000 euros de la caja fuerte en el momento en que se estaba reponiendo dinero en los distintos cajeros automáticos . Los autores aprovecharon para acceder al interior y hacerse con efectivo.

Han actuado en varias provincias

Los investigadores descubrieron que esas personas también estaban relacionadas con otros robos que se habían llevado a cabo en distintas sucursales bancarias de la provincia de Toledo, en localidades como Valmojado, Olías del Rey, Seseña o Toledo. No eran los únicos, ya que los ladrones también habían actuado en las provincias de Albacete, Cantabria, Zaragoza, Cantabria, Girona, Barcelona o Madrid. El trabajo de los agentes se encontró con la dificultad de que varios de los ladrones tenían varias identidades falsas, en algunos casos hasta 12. 

Varios integrantes del grupo se desplazaban a una provincia donde no eran conocidos para cometer diferentes hurtos en bancos de la zona durante varios días y una vez acababan el trabajo regresaban a su lugar de residencia habitual para posteriormente dirigirse a otra provincia. Todos ellos tenían un modo de vida dedicado exclusivamente a la comisión de estos delitos, cambiando continuamente de vivienda residiendo por estancias cortas en pisos turísticos y utilizando vehículos de alquiler por periodos cortos de tiempo.

Siete hombres y dos mujeres

Como resultado de la operación de la Guardia Civil, han sido detenidas un total de nueve personas, siete hombres y dos mujeres con edades entre los 32 y 58 años, de varias nacionalidades y con multitud de antecedentes por delitos contra el patrimonio. A todas ellas se les imputan delitos por pertenencia a grupo criminal, hurto en entidades bancarias, usurpación de estado civil y robo o uso de vehículo.