El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso ha vuelto a seguir las propuestas de las zonas básicas de salud a pesar de que el Gobierno de España ha recomendado cerrar Madrid Capital ante el aumento de la tasa de incidencia de contagios en la región.

Los confinamientos selectivos parecen seguir la estrategia del Ejecutivo regional de cerrar zonas con mayor tasa de infectados, pero evitando tomar medidas en zonas que apoyan de forma masiva al Partido Popular.

En esta ocasión ha ocurrido con algunas zonas que han registrado una alta incidencia de contagiados de coronavirus. Entre ellas, la zona básica de salud de Las Fronteras, en Torrejón de Ardoz y en Villa del Prado. Ambas zonas cuentan con alcaldes del Partido Popular y, a pesar de tener unos datos preocupantes, el Gobierno de la Comunidad de Madrid ha evitado plantear restricciones en ambas zonas.

La primera vez que lo demostraron fue hace una semana. Con el primer anuncio de medidas de restricción de movilidad en la Comunidad de Madrid, Ayuso se inventó la aplicación de medidas a través de zonas básicas de salud para no confinar de manera selectiva a las zonas donde más apoyos reciben.

El barrio más rico de España, La Moraleja, se libró la pasada semana de sufrir restricciones de la movilidad a pesar de pertenecer al municipio de Alcobendas. Al ser la zona más rica y en la que un 93% de los vecinos votan las opciones de derechas, el Partido Popular podría haberles perdonado las restricciones.

En esta ocasión, y tras informar de ocho nuevas zonas con restricción de movilidad, Villa del Prado y Las Fronteras, en Torrejón de Ardoz, parecen no cumplir con los requisitos por parte de la Consejería de Sanidad para restringir su movilidad. Lo cuestionable es si esos criterios siguen líneas sanitarias o políticas. La incidencia de Villa del Prado es de 1.057,92 contagios por cada 100.000 habitantes, mientras que la de Las Fronteras, en Torrejón de Ardoz, es de 1.141,91, la tercera con mayor incidencia de toda la Comunidad de Madrid si excluimos a las 37 zonas a las que se les aplicó restricciones el pasado 20 de septiembre.

El Gobierno de Ayuso evita así seguir la línea planteada sobre tomar medidas en zonas con más de 1.000 casos por cada 100.000 habitantes y ha preferido confinar algunas zonas de votantes de izquierdas, como Miguel Servet, en Alcorcón, dónde la incidencia es menor a la de las zonas anteriormente citadas, con 1.006,81 casos por cada 100.000 habitantes.