El Gobierno de Aragón ha enviado su propuesta de desescalada al Ministerio de Sanidad, en la que solicita que todo el territorio aragonés entre en fase 1 el próximo lunes, 11 de mayo, y determinadas comarcas, de acuerdo al cumplimiento de una serie de parámetros sanitarios, demográficos y de movilidad, lo hagan en fase 2.

De esta forma, se anticiparía la normalización de la actividad en el medio rural, tal y como ha trasladado en numerosas ocasiones el presidente de Aragón, Javier Lambán. A partir de ahora, comenzará una negociación bilateral con el Ministerio, que durará hasta el viernes y servirá para concretar exactamente cómo se produce esa desescalada y en qué zonas se pudiera anticipar la fase 2.

El planteamiento aragonés se articula en torno a la unidad territorial de las comarcas y no de las provincias, como plantea el Estado. Como ya hizo en su propuesta inicial para que las restricciones se redujeran en los municipios de menos de 5.000 habitantes, el Ejecutivo autonómico defiende que el medio rural se incorpore a la nueva normalidad antes, debido a sus condiciones especiales, y como una oportunidad para el Aragón despoblado.

El 76 por ciento de los municipios ocupan el 73 por ciento del territorio aragonés y apenas agrupa al 12 por ciento por ciento de la población, con una tasa de 4,37 habitantes por kilómetro cuadrado.