La falla Exposición-Micer Mascó ha roto todas las quinielas en Valencia, y contra todo pronóstico, se ha alzado con el premio de la sección especial por primera vez en sus 74 años de historia de la mano del artista fallero David Sánchez Llongo, que con tan solo cuatro años en la categoría máxima se ha erigido como un talento no solo a seguir, sino como una figura que ha dado un verdadero puñetazo dentro del Olimpo del de los artistas falleros de especial, algo que hasta ahora solo habían hecho muy pocos artistas como Pere Baenas o Paco Torres

Con una falla basada en los colores primarios: el amarillo, el magenta y el azul contra el blanco y el negro, la falla de Exposición ha conseguido la tan preciada corona de la sección de especial por primera vez en sus casi 75 años de existencia. La locura se desataba cuando el concejal de Fiestas del Ayuntamiento de Valencia, Carlos Galiana, leía el nombre de Convento Jerusalén en tercera posición, algo que nadie podía creer, pues todas las quinielas centraban el primer y segundo puesto entre Convento y El Pilar, sobre todo teniendo en cuenta la arriesgada falla de Convento, con un remate brutal de 16 metros de largo y 6.500 kilos sujetados solo en metro y medio cuadrado encima de la pieza principal de la falla. Pero los milagros existen, y la voz de Galiana, que no es más que la del jurado, no solo dejaba a Convento tercera, dejando patidifusos a propios y extraños, sino que leía el nombre de El Pilar en segundo puesto, desatando la locura máxima en el casal de Exposición. 

Premio sorpresa

De hecho, ha sido un premio tan poco esperado que, por ejemplo, no es solo que no hubiera casi periodistas siguiendo los premios desde su casal, sino que ninguno de los políticos de relieve nacional, ni autonómico, como el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, que este jueves ha hecho las declaraciones desde Convento Jerusalén, se les ha ocurrido ni siquiera acercarse a la falla Exposición-Micer Mascó, algo que probablemente no ocurra hasta el día de la Cremà, cuando estas obras de arte efímeras ardan para dejar paso a las del siguiente año.

En cuanto a la falla ganadora, cuyo título es ‘Kromàtica’, además de los colores primarios, como explica el artista fallero: “también entre medias vemos todo mezclas de colores, cada escena habla de un color, tenemos el lobo con los colores grises, la trasera nos habla de los colores fríos, o el morado con Carmen Alborch, que representa a feminismo”.

A por Putin

Pero también está, por ejemplo, otra paleta de colores más salvaje, más dura y más dolorosa como el rojo que representa al presidente ruso, Vladimir Putin, con la guerra y la sangre, que el artista fallero ha creado a última hora porque, como él mismo explica, “para crear determinados ninots se esperan un poco más, a partir de agosto”. 

Imagen del ninot de Putin en la falla ganadora.

Es precisamente ese motivo, el hecho de que los artistas tengas casi un año para rematar sus creaciones, lo que define realmente a las fiestas Josefinas, unas fiestas que se caracterizan por su crítica, su sorna y su mala leche que, literalmente, no dejan títere con cabeza.

Las fallas infantiles, como su propio nombre indica, son infinitamente más ligeras, pues están pensadas para niños. Pero pese a todo, hasta las fallas hechas y pensadas para los más pequeños de la casa tienen su punto de mala leche. Es Valencia, y la capital del Turia, aunque no lo parezca, está plagada de locos por la pólvora que aman los monumentos efímeros que ponen a caer de un burro hasta a sus propias madres.