La variante británica del coronavirus lleva circulando desde el pasado mes de septiembre y se ha extendido por gran parte de Europa y el mundo, habiendo llegado ya a España. Una de sus características es que se expande mejor, al ser un 50% más contagiosa, lo que la podría llegar a convertirse en la cepa dominante en todo el mundo, según los datos del Programa de Vigilancia Genética del Reino Unido.

La profesora Sharon Peacock, directora del Consorcio de Genómica de la covid-19 en Reino Unido, ha advertido sobre esta variante, asegurando que “ha barrido el país y va a barrer el mundo con toda probabilidad”. Además de comentar que la lucha contra el virus se prolongará al menos durante diez años, pero que las vacunas que se suministran en el país británico combaten también las variantes detectadas del virus en el territorio.

Esta cepa se identificó por primera vez en septiembre de 2020 en el condado inglés de Kent y se ha detectado en al menos en 86 países. Peacock también ha hablado sobre el trabajo de secuenciación, que rastrea las mutaciones de este virus y ha augurado que probablemente será necesario durante otra década: “En mi opinión, seguiremos haciéndolo otros diez años”.

Sobre las declaraciones del primer ministro británico, Boris Johnson, en las que señalaba que la nueva variante podría ser un 30% más letal que las cepas detectadas anteriormente, la experta explica que, por el momento, no ha surgido ninguna evidencia concreta para apoyar esa teoría.