Escándalo en la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) donde, según ha podido saber ElPlural.com, centenares de alumnos se han organizado para copiar exámenes en al menos cuatro asignaturas. Así lo muestran los grupos de WhatsApp a los que ha tenido acceso este medio -prueba de ello son los pantallazos que se enseñan en el siguiente artículo- de los que forman parte al menos 370 alumnos (por grupo) de cuatro asignaturas del Máster Universitario en el Ejercicio Profesional de la Abogacía y la Procura, que a futuro te capacita para ejercer como abogado o procurador.

Al menos cinco grupos de centenares de alumnos

El asunto no se reduce a una pillería de cuatro chavales, sino que más allá de la impotencia que pueden provocar -y de hecho han provocado- los hechos por parte de aquellos que sí han estudiado, la nota de estos estudios superiores vale un 30% para los exámenes del Estado, un porcentaje nada despreciable. En definitiva, los alumnos que forman parte del conglomerado parten con clara ventaja no solo respecto de algunos de sus compañeros, sino también de personas de otros centros que, habiendo realizado un esfuerzo importante, ven mermadas sus posibilidades de lograr la tan ansiada plaza.

La trama se concentra en los controles de centenares de alumnos que estudian online -la universidad oferta el máster de manera presencial y a distancia- y que, como ha sido capaz de comprobar este periódico, se han organizado a conciencia para poder copiar en los exámenes. Las conversaciones no dejan lugar a dudas: apenas unos minutos después de que comience la prueba, los estudiantes que pertenecen a los grupos de WhatsApp ya disfrutan de las respuestas.

El modus operandi, ha sabido ElPlural.com, se lleva a cabo y siempre del mismo modo este curso académico en al menos cuatro asignaturas -Práctica Procesal Contencioso-Administrativo, Práctica Procesal Civil Mercantil, Práctica Procesal Laboral y Práctica Procesal Penal-, cada una de las cuales cuenta con un grupo de al menos 370 personas, al que hay que sumar un quinto bajo el nombre Grupo para pasar los exámenes: 1T-Contencioso-Admvo, 1T-Civil Mercantil, 1T-Laboral y 1T-Penal.

Escándalo en la UNIR. Pantallazos de Whatsapp
Pantallazo de Whatsapp
 

Trunca las medidas de seguridad del centro

La forma de proceder es sencilla: al poco de dar comienzo el examen, se filtran las respuestas. Sin embargo, de algo que a primera vista parece tan simple se desprenden una máxima que no deja en buen lugar al centro: ¿qué hay de las medidas de seguridad? Cualquiera que haya estudiado online sabrá que hay una serie de medidas para evitar comportamientos de este tipo y que los que se examinan desde casa jueguen con ventaja, como que la cámara enfoque al estudiante y/o al ordenador, el acceso de la universidad a la computadora, etc. Nada de esto funcionó. En determinados grupos de WhatsApp se explica cómo burlaron estas medidas. 

No obstante, la felicidad dura relativamente poco a quienes se creen impunes, ya que unos cuantos alumnos que sí están respetando las reglas del juego e intentan sacarse sus estudios de manera limpia se enteran de la trampa y ponen pie en pared contra el hecho. La mayoría de ellos son estudiantes que no disfrutan de esta ventaja dado que hacen el máster de forma presencial y, por ende, los exámenes también; pero hay asimismo algunos alumnos de la modalidad online que se quedan fuera de los grupos y, en consecuencia, son totalmente ajenos a lo que están haciendo muchos de sus compañeros.

Respuesta de la UNIR

Los damnificados deciden quejarse a la universidad ante esta injusticia, pero la respuesta del centro se queda escasa, y es que no repite los exámenes ni suspende a las personas que forman parte de estos grupos. Sin embargo, sí que hay unos cuantos alumnos a los que la UNIR, presuntamente ante el miedo de que el escándalo salte a la prensa o incluso alcance los tribunales, decide repetir los exámenes. Se trata de los casos que la universidad ve más claros y/o escandalosos que, a su vez, no aceptan el castigo y se autodefinen como "cabeza de turco", razón por la cual vuelven a organizarse para, esta vez, valorar qué acciones pueden emprender ante lo que consideran una injusticia.

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