Mar Molpeceres Molpeceres, cofundadora UPADD (Unidad Progresista de Apoyo a la Discapacidad y la Dependencia) y activista por los derechos de los discapacitados, tiene una posición contundente respecto a la asistencia sexual. En una entrevista con ElPlural.com así se ha mostrado sobre la polémica suscitada tras el Goya a Mejor actor revelación a Telmo Irureta.

Pregunta (P): Los asistentes sexuales afirman que falta información para comprender la necesidad de la asistencia sexual para las personas con discapacidad. Sin embargo, son muchas las personas con discapacidad las que están en contra de esta práctica. ¿Puede considerarse un insulto puesto que se da por sentado que la única opción de tener sexo para ellos es pagando y que si rechazas esta práctica es que no estás suficientemente informado al respecto?

Respuesta (R): Por supuesto que es un insulto a la inteligencia de las personas con discapacidad. Es cierto que existe una carencia en educación sexual integral sobre todo para las mujeres con discapacidad. Ese vacío es aprovechado por el lobby proxeneta para tratar de llevarnos a su terreno. No niego que hemos de esforzarnos más, si nuestro objetivo es encontrar pareja sexual, no se acaba el mundo si no se tiene porque hay otras cosas que pueden llenar de felicidad. No todo el mundo tiene sexo y la vida sigue.  Aquí hablamos no solo de un grupo vulnerable, sino de dos. Las personas con discapacidad somos sujetos con obligaciones morales como afirma la filósofa con secuelas de parálisis cerebral, Ana Pollán, la discapacidad no nos exime de no tratar a las otras personas como un medio y no como un fin.

P: ¿Consideran la asistencia sexual una manera de blanquear la prostitución? ¿Cuál creen que fue el desencadenante de la formación de plataformas de asistencia sexual?  

R: Imagino que se referirá a asociaciones como Tandem Team o a la página de contactos asistenciasexual.org. Es indudable que supone no solo un blanqueamiento del sistema prostitucional sino una equiparación de ambas prácticas, como afirma Antonio Centeno, promotor de la página asistenciasexual.org: “Asistencia sexual no es terapia, es trabajo sexual”. Respecto a la aparición de estas asociaciones se produjo en torno al Movimiento de Vida Independiente y sus Oficinas de Vida Independiente que contactaron con asociaciones como el colectivo Hetaira y Aprosex que disfrazan el proxenetismo de reivindicación contra el “estigma de puta”.

P: ¿Existe tanta demanda? ¿Esa demanda representa el deseo de todo el colectivo?

R: La cuestión no es si hay mucha demanda, más bien creo que hay poca y está compuesta en su mayoría por varones que elevan mucho la voz mientras el resto es la mayoría silenciosa.

P: Los asistentes sexuales hablan de vocación aparte de incentivo económico para realizar esta actividad. ¿Creen que de verdad existe una voluntad de ayudar? ¿Creen que esa “caridad” de los asistentes sexuales hacia las personas discapacitadas consigue estigmatizar más al colectivo?

R: No creo que exista esa voluntad de ayudar, por la misma causa que no creo que exista una prostitución de libre elección, de lo contrario estaríamos culpando a la mujer explotada de lo que hace empujada por la necesidad o por presiones sociales. Respecto al estigma, no se incrementa sino que cambia. Podría llegar a ocurrir que el varón con discapacidad pueda llegar a ser percibido como privilegiado, en cierto modo, por recibir una ayuda que no es básica y de la que sí carecerían varones sin discapacidad si llega su regulación.

P: ¿Consideran la asistencia sexual una práctica peligrosa para las mujeres con discapacidad? ¿Y para las asistentes sexuales?

R: Las mujeres con discapacidad cuentan con un plus de vulnerabilidad. Son oprimidas por nacer con vulva y discriminadas y estigmatizadas por tener discapacidad, por ser mujeres que no encajan en los estereotipos patriarcales, en lo que se espera de ellas como hembras humanas. Se trata de "mujeres imperfectas”, pero ellas desean ser como el resto de las mujeres, sentirse deseadas, se olvidan de que lo óptimo es el deseo mutuo. Al percibir la atención del asistente, la mujer con discapacidad puede romantizar esa relación que tan solo es una transacción comercial, esa persona a la que paga no la desea. Como en cualquier otra relación, también pueden darse situaciones violentas de las que le resulte difícil escapar.

En lo que concierne a las asistentes sexuales, pueden vivir situaciones semejantes a las de otras mujeres prostituidas. Las mujeres explotadas en estas practicas son adoctrinadas y se convierten en un objeto por medio del cual, el varón con discapacidad obtiene el beneficio, el placer buscado, como cualquier INCEL (célibes involuntarios que culpan a las mujeres de su sequía sexual, ya que creen que el deseo sexual debe ser satisfecho)

P: ¿Se posicionan del lado de las asociaciones abolicionistas de la prostitución?

R: Como feminista radical, soy abolicionista de la prostitución. La prostitución jamás puede ser considerada un trabajo.