La formación ultraderechista Vox y su líder Santiago Abascal han convertido en himno de partido la marcha legionaria El novio de la muerte. Como símbolo de su especial “patriotismo” en el que la muerte en acto de servicio lo justifica todo, los conmilitones de Vox se agitan a sus sones, unos lloran, otros entran en éxtasis y la mayoría levitan. Lo que desconocen es que esa música que los lleva casi a entrar en trance patriótico es, en su origen, un cuplé, un “charlestone” de los años 20, que se cantaba en los cabarets de la época. Nada más lejos de la realidad sacra y castrense que ellos creen que representan.

La canción legionaria interpretada por sus soldados se ha convertido para el imaginario popular en una especie de himno de la Legión que año tras año, procesión tras procesión, se populariza en determinadas localidades españolas en su Semana Santa. La inmensa mayoría confunde este tema con el himno de La Legión y creen que una música y letra tan solemne que expresa una especie de orgullo del morir castrense (“Soy un hombre a quien la suerte hirió con zarpa de fiera; soy un novio de la muerte que va a unirse en lazo fuerte con tal leal compañera…”) algo muy unido a la iconografía y simbolismo militar, debió surgir de la inspiración de algún poeta “patriota” o de la pluma de algún serio escritor de confesas convicciones militares y amor febril a la bandera. Lo que el himno simboliza es parte de la filosofía de los orígenes de la Legión como que fallecer no es más que un acto de servicio.
Pero no, nada más lejos de la realidad. En realidad su origen está en un cuplé compuesto en 1920 transformado posteriormente en canción legionaria. Los datos indican que el autor de la letra fue Fidel Prado y el catalán Juan Costa fue el padre de la música. Su estreno público como canción fue de la mano de la artista Lola Montes en Málaga, concretamente en el teatro malagueño Vital Aza en julio de 1921. Sus orígenes están en las canciones realizadas para los cantantes de cabarets. Se trataría por tanto de una música típica de espectáculos, un cuplé "reciclado" como canto legionario

Málaga y el cuplé legionario


Curioso que fuera en la ciudad donde años después el desfile del Cristo de Mena lo popularizara cada año con los legionarios trasladando la imagen desde el desembarco en el Puerto hasta su congregación en el centro de la capital. Este acto ha sido protagonista este año por la negativa de la Cofradía a que los líderes de la derecha, Casado, Rivera y Abascal acudieran en plena campaña a rentabilizar electoralmente el evento religioso.

La historia

Cuenta la historia que la duquesa de la Victoria y sobrina del General Espartero -mujer que entonces dirigía los hospitales de la Cruz Roja en Marruecos- estaba presente en ese estreno en Málaga. Tanto le gustó la canción que rogó a Lola Montes que volviera a cantarlo pero ahora en Melilla donde las tropas españolas sufrían el drama del ejército español ante los rifeños de Abd el-Krim. Se trataba de insuflar ánimo a unos soldados inmersos en una de las más graves tragedias del ejército español.

Y el cuplé “Soy el novio de la muerte” viaja de Málaga a Melilla
La Duquesa de la Victoria le dijo a la cupletista que la iba a recomendar para que actuase, como fin de fiesta en una famosa compañía que se presentaba en unos días en Melilla. Y así fue como Lola Montes se marchó a Melilla con la compañía de un gran cómico, y actuó como "fin de fiesta" vestida de enfermera. Desde entonces, "El novio de la muerte" se transformó en una de las obras más destacadas de su repertorio de igual manera que lo fue más tarde, para Salud Ruiz, Manolo Derkas y otras figuras del "cuplé" de aquellos días.

Millán Astray lo convierte en marcha militar de la Legión


Y fue a partir de ahí cuando presenciada la actuación por el fundador de La Legión, José Millán Astray, ordenó que se transformara la partitura a una canción de marcha y se adoptara como una marcha procesional que acompaña los legionarios en actos como el de la procesión del Cristo de Mena malagueño y otros. De esa manera, después se convirtió en un canto legionario interpretado al ritmo de marcha en las procesiones de los desfiles de la Semana Santa de Ceuta para también ser adoptado en los del Cristo de Mena de Málaga con el objeto de honrar a los caídos.


Una canción de cabaret


Resulta curioso como una canción de cabaret se transforma con el tiempo en un tema alusivo al honor que significa la muerte para un soldado legionario que no debe de tenerle miedo sino que debe de verla como un orgullo por acontecer en un acto de servicio.

La Marsellesa, Gaudeamus Igitur y las zarzuelas


La historia de El novio de la muerte engarza así con cierta tradición de que las muchas y grandes partituras castrenses españolas tiene sus orígenes en temas populares y no militares tales como canciones de revistas, zarzuelas, revistas, tradicionales o del ámbito del espectáculo. En ese sentido cabe destacar que otra marcha militar, Los voluntarios, proviene de una zarzuela. En otro sentido recordamos que el 'Gaudeamus Igitur' universitario era un tema de taberna cantado por los universitarios. También en la 'Marsellesa' proviene de un canto de guerra del Ejército del Rin aunque terminó siendo el universal himno revolucionario.