La Consejería de Educación de Asturias ha rechazado pronunciarse sobre el expediente que ha abierto al profesor de Gijón Yván Pozuelo por poner sobresalientes a todos sus alumnos durante el curso como método para evaluar sus competencias y por el que se enfrenta a la inhabilitación durante años, pérdida de sueldo y hasta el “traslado forzoso”.

La Consejería y el Ministerio no responden

Fuentes autorizadas de la Consejería se han negado a responder a las preguntas planteadas por ElPlural.com limitándose a decir que “no estamos haciendo declaraciones sobre este tema” porque “no parece lógico que hagamos valoraciones con un expediente en marcha hasta que el caso esté resuelto”. La Consejería ha rechazado también hacer su valoración sobre aspectos de la Ley Celaá relativos a la evaluación por competencias del estudiante.

El Ministerio de Educación tampoco ha respondido a las preguntas de El Plural sobre este caso y, ni siquiera, ha valorado si, como defiende el profesor, la nueva Ley educativa (la LOMLOE, también conocida como 'Ley Celaá'), ampara su método de evaluar sobre todo las competencias del alumno por proyectos y no ciñéndose al método convencional de exámenes.

El profesor de Secundaria, perteneciente al cuerpo de funcionarios y que imparte francés en el IES Universidad Laboral de Gijón, se enfrenta a la separación del cuerpo de funcionaros, o sea, la inhabilitación, la suspensión de empleo y sueldo durante seis años máximo, el traslado forzoso con o sin cambio de localidad de residencia, además de la penalización a efectos de carrera.

Un castigo por expresar su opinión en una entrevista

Según ha explicado el profesor, en una entrevista ElPlural.com, lleva aplicando su método desde hace más de nueve años, sin ninguna queja por parte de la dirección del centro, de padres o alumnos. Fueron sus declaraciones en la prensa local, en 2019,  con motivo de la publicación de su libro '¿Negreros o docentes? La rebelión del 10' la que no gustó a las autoridades educativas en el Principado de Asturias, que le han abierto una investigación que dura ya un año.

Su método del 10 a todos los alumnos

El profesor defiende que el 10 que da a sus alumnos durante el curso, no en la nota final, no es falta de exigencia, sino que exige más de ellos. “Si le pones el mismo examen a un alumno tres semanas después, sin avisarle, dudo que vuelva a obtener esa nota. Ha olvidado la mayoría del contenido. Yo busco darle confianza al alumnado. No voy a usar mi asignatura para desmotivar y reforzar el fracaso escolar”.

“Los exámenes escritos memorísticos te llevan a devaluar, trabajar por proyecto, en cambio, te permite añadir valor a través de una multitud de adquisición de habilidades”, recalca el profesor.

“La educación inclusiva es tener en cuenta las capacidades de cada alumno, y no aplicar unos mismos criterios para todos independientemente de esas capacidades y circunstancias vitales”, explica.

Él defiende que trabaja con la ley de Educación bajo el brazo y que ya desde 2006 la norma planteó evaluar por competencias, como recoge la normativa europea, lo que ampararía su método. Sin embargo, lamenta que la Administración no ha dicho aún cómo hacerlo, “no ha dado ninguna instrucción”.

La Ley Celaá apuesta por evaluar competencias

Las tres leyes que han llegado desde aquel 2006, incluida la última, la de la actual ministra, Isabel Celaá, aprobada en diciembre pasado, hablan de potenciar y evaluar las competencias atendiendo a la diversidad de los estudiantes. Según la norma, se trata de garantizar una estructura del currículo al servicio de una educación inclusiva y acorde con la adquisición de competencias, que valore además la diversidad.

Incluso en el borrador del Real Decreto sobre la evaluación y promoción de cursos remitido a las comunidades autónomas para el próximo curso con el objetivo de aplicar la nueva Ley, el Ministerio da autoridad al profesorado a evaluar por objetivos y competencias cumplidas.

En lo referido a la Educación Secundaria, que es el nivel que imparte el profesor Yván Pozuelo en Gijón, el proyecto del Ministerio establece que las decisiones sobre la promoción del alumnado de un curso a otro será adoptada por el equipo docente, "atendiendo a la consecución de los objetivos, al grado de adquisición de las competencias establecidas y a la valoración de las medidas que favorezcan el progreso del alumno".

El Ministerio va más allá en su empeño de evaluar competencias y propone que los alumnos puedan obtener, por ejemplo, el título de Bachillerato con una asignatura suspensa porque pretende que la repetición de curso sea considerada una "medida de carácter excepcional" tras haber agotado todos los recursos necesarios para solventar las dificultades de aprendizaje del alumno.