Muchos profesores interinos de Matemáticas se han presentado a las oposiciones para cubir plazas fijas en la enseñanza secundaria, pero el resultado ha sido pésimo, y más de 720 plazas van a quedar desiertas en toda España. La razón podría ser que buena parte de ellos no son graduados en la materia, sino que provienen de carreras como Química, Arquitectura, ingenierías o Económicas, pero que fueron contratados por la escasez de matemáticos.

De todas las plazas ofertadas, 168 corresponden a la Comunidad Valenciana (39%) y 183 a Cataluña (30%),  250 plazas en Madrid (42%), 88 en Castilla-La Mancha (50%), 18 en Andalucía (2,5%) y 11 en Canarias (7%), según datos adelantados por El País.

Al parecer, los matemáticos están muy cotizados en el mercado laboral, y optan por otros derroteros. Muchos reciben ofertas laborales sin haber terminado sus estudios. Las empresas valoran sus conocimientos y su capacidad para resolver problemas y de análisis, aunque no estén relacionados directamente con su ámbito de trabajo. 

Mejores sueltos en la empresa privada

En los últimos tiempos, las bolsas de interinos en la enseñanza de Matemáticas se han estado cubriendo con personas sin la misma formación, que provienen de carreras como Química, Arquitectura, una ingeniería o Económicas, en las que las Matemáticas tienen un peso importante en sus programas de estudio, pero no son la asignatura pura.

Cada año quedan puestos sin cubrir plazas que se acumulan para la siguiente convocatoria, de forma que el número de plazas vacantes no deja de crecer. Las cifras iindican que los puestos públicos no resultan atractivas para los matemáticos, que en la empresa privada, en puestos ajenos a la enseñanaza, pueden ganar desde sus comienzos laborales más de 2.000 euros frente a los 1.700 euros de nómina de un profesor en la escuela pública y eso después de hacer un máster con prácticas y sacarse una oposición.