Los vecinos del sector 6 de la Cañada Real Galiana, en la Comunidad de Madrid, llevan más de 400 días sufriendo las consecuencias del corte de suministro eléctrico y, pese a los llamamientos de PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos a Isabel Díaz Ayuso, el Gobierno regional no ha solucionado un grave problema que afecta a más de 1.000 niños y niñas.

Houda es una de las madres que lideran las protestas contra el silencio del Ejecutivo madrileño y este jueves ha compartido la deleznable situación en la que vive junto a su hija. Unas condiciones que han empeorado con la llegada del invierno y la bajada de las temperaturas.

"Son las 19:20 de la tarde parece las 5 de la mañana en la Cañada... Me parte el alma ver que mi hija sufre y no tenga ganas de salir de la cama y siento que estoy torturada porque me machaco a diario y pienso que soy mala madre no soy capaz de garantizar lo mínimo a mis princesas", ha señalado junto a un duro vídeo en el que muestra el sufrimiento de la menor.

Houda es la presidenta de la Asociación Tabadol. Una organización que trata de denunciar lo que está sucediendo en la Cañada Real Galiana y reclaman al Gobierno regional y al Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 que tomen cartas en el asunto. Algo que también han reclamado desde Unicef, quién han reclamado, en varias ocasiones, que se deben dar "mecanismos participativos y transparentes que permitan alcanzar soluciones duraderas".

La diputada socialista en la Asamblea de Madrid, Hana Jalloul, ha denunciado lo sucedido en la Cañada Real y ha querido mandar un mensaje de ánimo a la protagonista: "Nadie quiere más a sus hijos que sus madres. Lo hacemos siempre todo lo mejor que podemos".

La portavoz adjunta de Unidas Podemos en la Cámara madrileña, Alejandra Jacinto, también se ha sumado a la denuncia y ha dejado claro quiénes son los "responsables" de la situación que se está dando en dicha zona: "¡Mucha fuerza Houda! Esto tiene responsables y no eres tú, eres ejemplo de lucha y dignidad".

"Yo no gestiono sentimientos"

Una situación límite que sigue afectando a más de 1.000 niños y niñas y a la que Isabel Díaz Ayuso hizo caso omiso tras la carta de una de las pequeñas en la que reclama la vuelta de la luz: "Los días pasan y poco a poco voy normalizando el hecho de estudiar con una vela, ducharme con agua fría o dormir con cinco mantas".

Unas palabras que fueron insuficientes para la presidenta de la Comunidad de Madrid y que solo tuvo una respuesta negativa contra la oposición en la Cámara madrileña: "Yo no gestiono sentimientos. No voy predicando desde una supuesta moralidad para tener que hacer de problemas personales la cursilería que hacen siempre ustedes".