El Ministerio de Consumo anunció este jueves que desde el Gobierno de España se regulará la publicidad de alimentos que son considerados perjudiciales para la salud de los menores, en defensa de los intereses de los niños y niñas en España.

Una iniciativa con la que el Ejecutivo de Pedro Sánchez tratará de hacer frente a los malos datos de obesidad infantil que revelan que 1 de cada 3 niños y niñas sufre sobrepeso u obesidad en todo el país y consideran que "la publicidad es una de clas causas de esta cifra".

El propio ministro de Consumo, Alberto Garzón, detallaba, en una entrevista en la Cadena SER, la razón por la que habían adoptado dicha postura para hacer frente a los datos de sobrepeso infantil. Algo que lo considera un "grave problema de salud pública" y que en España ya registra cifras equiparables a las de Estados Unidos o México.

“Lo que estamos haciendo es abordar un grave problema de salud pública que tiene que ver con el sobrepeso y con la obesidad, indicadores que alcanzan un 23% en el primer caso y un 17% en el segundo en niños y niñas de 6 a 9 años”, justificaba.

Garzón también defendió la necesidad de construir este nuevo mecanismo de regulación de la publicidad, siguiendo las instrucciones de la OMS, para eliminar el actual, con más de 15 años de vigencia: "Es algo que ya han hecho países como Noruega, Reino Unido y Portugal".

La derecha se toma a broma la obesidad infantil

Algunos miembros del Partido Popular han obviado las cifras preocupantes de obesidad infantil y han utilizado el anuncio del Ministerio de Consumo para cargar contra el Gobierno de España y su intención de regular la publicidad de los alimentos perjudiciales para niños y niñas.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, compartió un mensaje en su cuenta de Twitter en el que reprochaba la postura del Ministerio de Consumo y recordaba las propuestas de algunos partidos, como Más País, sobre la posible legalización del cannabis: “Drogas sí, chuches no”.

Un reproche que ha quedado silenciado por la fotografía que ha publicado el responsable de redes sociales del Partido Popular, Ismael Sirio López, en la que aparece mordiendo una tableta de chocolate junto a otros productos azucarados: “Que dice Alberto Garzón que va a prohibir nosequé”.

Unas críticas hacia el Gobierno central que ni Ayuso ni el responsable de redes de los populares han utilizado de forma constructiva y con la idea de mejorar la protección a los más vulnerables. Tal y como justificó Alberto Garzón, los países que han adoptado dichas medidas han logrado rebajar la tasa de obesidad infantil.

Noruega fue uno de los primeros países en tomar medidas y, en la actualidad, el 25% de la población tiene sobrepeso frente al 55% en España. Puso un impuesto a los dulces y a los refrescos y en 2013 prohibió la publicidad de los alimentos insanos dirigida a los jóvenes.

Una iniciativa que también utilizó Portugal hace dos años, después de aprobar un impuesto a las bebidas azucaradas. Con dicha gestión han logrado reducir la obesidad infantil del 38 al 30%, llegando a ser felicitados por la OMS. Tras ello, Reino Unido ha sido el último país en sumarse y durante la pandemia vetó los anuncios de estos productos para los menores.

A pesar de que la derecha obvia los problemas de obesidad infantil, España es uno de los líderes en este problema de salud. El 20% de los menores tienen obesidad o sobrepeso. Una cifra que se duplica en los barrios y las zonas pobres del país.