Fermín Muguruza (Irún, 1963) no es solamente uno de los máximos exponentes de la escena punk española y un indiscutible valor musical, paradigma de una época. No hace falta demasiado tiempo para comprobar que, también, es una enciclopedia. Como quien escucha a un maestro, uno atiende sin pestañear a sus explicaciones sobre historia, música y cine, y sobre todas las influencias externas que conllevaron a la creación de Kortatu, el grupo de punk más grande en la historia de España.

Y es que Kortatu no es sólo una parte importante dentro del denominado rock radical vasco. Kortatu es, además, un proyecto a nivel mundial cuyos éxitos se han entonado en todo el globo. “Con el Zu atrapatu arte, especialmente. He visto cómo la cantaba entera gente que no tenía ni idea de euskera. En Latinoamérica, Europa... Me han llegado versiones desde Polonia, Rusia, de punkis búlgaros y griegos. Es la canción que más ha trascendido”, apunta Muguruza.

Aunque aquí hemos venido a hablar de su película. Black is Beltza es una obra de animación para adultos que cuenta la historia de Manex, el mozo encargado de portar a los gigantes cabezudos negros que forman parte de la icónica comparsa de San Fermín y cuyo desfile fue prohibido en Nueva York en 1965 por ser, precisamente, negros. Tras ver una instanánea del desfile paseando por la Quinta Avenida y leer en el pie de foto, que fue prohibida la presencia de los cabezudos negros, Muguruza supo que ahí, podría haber algo importante. “Desde que vi esa foto ideé una historia a raíz de tal acontecimiento e inventar un periplo que llevara a nuestro personaje a destinos como Cuba o México y fuera testigo de los acontecimientos del 67”, cuenta. 

poster BlackIsBeltza

La elección del cine de animación despierta otra de las pasiones del líder de Negu Gorriak: “Tengo una relación con el comic muy estrecha. La primera canción del primer disco de Kortatu, de hecho, es un homenaje al comic de Montesol, Don vito y la revuelta en el frenopático, también a Robert Crumb y todo el underground americano.”. Por otra parte, Muguruza destaca “Heavy Metal, la primera pelicula de animación para adultos que vi. Después en 1995, se estrena Ghost in the Shell, una maravilla de película. De cabecera”.

Fermín Muguruza nunca ha sido un artista equidistante. Jamás ha escondido su ideología. Convencido abertzale, ha reclamado desde su posición de artista la autodeterminación del País Vasco. A través de sus canciones se puede desgranar su pensamiento, marxista e independentista: “Tanto en País Vasco como en Cataluña se debe hacer un referéndum, como en Quebec o Escocia y aceptar el resultado. Así, la relación entre los pueblos hermanos va a ser mucho más cordial de lo que está siendo ahora. Lo que no puede ser es lo del 1-O cuando la gente es golpeada por poder votar. Así provocas el efecto contrario”, recalca. 

¿Crees que existen similitudes entre la lucha racial de Estados Unidos, que podemos ver en la película, con los movimientos de independencia vistos en España?

"La emancipacion a nivel individual que se da en los años 50-60, está muy relacionada con la nuestra como País Vasco, precisamente con lo que ha vivido el conjunto del estado español, sobre todo nosotros, porque la represión ha sido mucho más dura. Donde estuvo prohibida nuestra bandera y nuestro idioma. También nos es muy cercano el movimiento por los derechos civiles de Martin Luther King pero también de Malcom X que, precisamente, no renunciaba a la lucha armada."

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Euskal Herritik Catalunyara. Egun on / Bon dia! #blackisbeltza zinemetan urriak 5 de octubre en cines. 📷 @ikorkotx

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Otro de los temas a tratar es el teórico auge de la ultraderecha en España, que para Muguruza no es tal: “Aunque se está poniendo mucho el foco en Vox, para mi el Partido Popular siempre ha sido la ultraderecha. No encuentro diferencias entre el acto de Vistalegre y el que hubiera hecho Aznar en plazas mayores. O cualquier mitin de Pablo Casado me parace exactamente igual. Ahora existe una lucha entre las tres familias de la ultraderecha, PP, Ciudadanos y Vox, pero no veo demasiado cambio, solo una simple pugna electoral”

La aparición del artista en la televisión pública ha hecho despertar al sector más reaccionario de la derecha española. Así valora Muguruza la situación:

“Es una gente que miente porque a mi, la Asociacion de Víctimas nunca me ha denunciado. A quien sí denunciaron fue a Soziedad Alkohólica y perdieron el juicio. Y eso no lo recuerda nadie. Han llegado a decir que me han denunciado tres veces, algo que es mentira. Yo he estado 10 años de juicio con Rodríguez Galindo y también gané el juicio. Yo, a diferencia de innumerables miembros del PP, no tengo ninguna causa pendiente con nadie. ¿Que TVE tenga que pedir perdón por invitar a una persona sin causas pendientes? Que me pidan perdón ellos a mi”, exclama Muguruza.

¿Qué sientes cuando te acusan de proetarra?

“A mi me indigna que tengan que utilizar las mismas artimañas que utilizaron durante años cuando aquel, 'todo es ETA', que se desmontó hace tiempo. ETA ha dejado de existir y yo fui crítico con la lucha armada desde el año 98, de forma explícita lo hago también en La pelota vasca”.

Lo que sí apoya es, no sólo el acercamiento de presos sino su puesta en libertad: “Estoy a favor de que los presos vascos vuelvan a sus casas”. Muguruza aprovecha la coyuntura para recordar el papel del PP en el conflicto: “Ellos hablaron con ETA, algo que yo no he hecho nunca. Aznar les llamó Movimiento Vasco de Liberación. Qué vengan en 2018 con el cantante proetarra...”

De las acusaciones del PP se dilucida una realidad innegable: la censura. "Observo una involución. No entiendo por qué están tardando tando en derogar la Ley Mordaza. Casos como el de Pablo Hasel, Valtonyc, Def Con Dos o Soziedad Alkohólica. Desprecian a la cultura". 

Mientras tanto, Black is Beltza está siendo proyectada en toda España. Una película en castellano, euskera, inglés y francés. Un proyecto independiente de Fermín Muguruza, quien, dentro de un contexto político en el que el contenido de las canciones puede suscitar delito, vuelve a aparecer en la televisión pública. Una pequeña victoria para la libertad de expresión.