¿Para que está la vida si no es para cumplir tus sueños? Esa fue la pregunta (o al menos parecida) que tuvo que hacerse Felipe García-Bañón Sanz-Briz, conocido en el mundo del arte como Felipao, hace nueve años cuando se planteó cómo cambiaría su vida a corto plazo. "Trabajaba en el sector de la multinacional farmacéutica y un buen día decidí cambiar el Power Point por los pinceles. Lo dejé todo, me despedí de mi empresa y comencé con esta nueva andadura”, cuenta a El Plural.

Gracias a este giro de timón que le dio a su vida, hemos podido conocer ese universo artístico tan especial y particular con el que ha hecho bandera y también con el que ha sido considerado “el artista Pop del momento”. Para aclarar su mente y plasmar sus ideas artísticas se marchó durante un tiempo a un pueblo de la Toscana a dar forma a aquello que rondaba en su mente.

Aprendió todas las técnicas habidas y por haber para crear objetos únicos y convertirse en un artista autodidacta: pintura, escultura, acuarela…”Empecé pintando hasta soldaditos de plomo”, nos cuenta.

Fue entonces cuando Felipao contruyó todo su universo artístico. Comenzó con su obra más icónica, Poppi, un bulldog francés que forma una colección en la que cada pieza es única y personalizada, con un certificado de adopción donde figura su nombre, el de su dueño, y su número de serie. Poppi es alegría, frescura, color, originalidad. Pero también, exclusividad. "Poppi fue el primero y el que más cariño le tengo. Su nombre proviene de ese pueblo de la Toscana donde me fui a pensar. Sólo haré 500 unidades, todas diferentes. Ya llevo 300".

Pero la familia del artista crece con la llegada de Lump (en honor al teckle que tenía Picasso), KatOXI o la pareja de carlinos Pippo y Pippa. Pero no todo es su familia animal. También diseña esculturas como Love Bomb, una escultura de un corazón con forma de granada de mano que te permite comunicar lo que quieras a quien quieras, ya que en su interior lleva un tubo de ensayo y un papel donde puedes escribir tu mensaje. Toda una gran idea para corazones llenos de amor (o no)

Parece que de momento a Felipao el mundo se le queda pequeño. A lo largo de estos años de carrera ha expuesto en Alemania, Estados Unidos, Hong –Kong, Méjico, Reino Unido, entre otros países, de manera colectiva e individual. Y sus creaciones han recorrido medio mundo. Tanto que hasta el diseñador Philippe Starck, tiene su propio Poppi personalizado. 

Actualmente sigue creando e innovando sin parar y tiene exposiciones en el SHA Wellness de Alicante y Galería de Arte de la Fundación FIDE. Pero la cosa no acaba ahí, porque Felipao tiene un mensaje para todos aquellos 'osados' que como él, quieran perseguir su sueño.“Todo es cuestión de tener determinación y ser constante. Solamente se vive una vez y como no hagas lo que te guste, eso no es vida”. Seguiremos tu consejo, amigo.