Rubén López es uno de los principales activistas LGTBIQ+ de nuestro país.

Director del observatorio madrileño contra la LGTBfobia y miembro de la ejecutiva de Arcópoli, gracias a su trabajo y valentía, López ha puesto su granito de arena para que España se haya convertido en uno de los países con mayor protección para este colectivo que tristemente aún es perseguido en amplias partes del mundo.

Esa valentía es la que precisamente empujó a Rubén López a visitar y comprobar con sus propios ojos uno de los lugares más míticos para el franquismo en nuestro país: Casa Pepe.

En el kilómetro 245 de la A-4 se sitúa este restaurante de carretera, bien visible gracias a la multitud de banderas rojigualdas. Al acercarse, uno puedo comprobar que tampoco faltan aguiluchos y retratos de Franco por ningún lado. 

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Entre los nostálgicos peregrinos del restaurante se coló López. Aunque en el tuit en el que publicó su experiencia asegura que "tenía miedo", lo cierto es que se puso su pulsera arcoíris y pasó a tomarse un café que debió saberle a puro orgullo.
 

Su tuit se ha convertido rapidamente en viral, con más de mil 'me gusta' y otros tantos comentarios.