El registro de 6.568 muertos oficiales por coronavirus en la Comunidad de Madrid solo incluye a los fallecidos en hospitales y deja fuera a las más de 3.400 víctimas que han presentado síntomas en residencias de mayores, a las 616 que perdieron la vida en sus viviendas o a las cuatro que lo hicieron en plena calle con síntomas del virus. 

Se trata de un 10% más de fallecidos más que no se están contabilizando como muertos con COVID-19, una cifra que podría ser mayor, según ha reconocido,  en una comparecencia por videoconferencia en la Asamblea regional, el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, quien ha explicado que estos datos van con retraso por el "decalaje" entre el momento en el que se produce la muerte y el de la confirmación de Sanidad Mortuoria.

Podría haber 4.521 ancianos fallecidos

Al total de 6.568 fallecidos en los hospitales habría que sumarle los ancianos que también han muerto en las residencias de la Comunidad de Madrid, que tampoco están contabilizados en las estadísticas oficiales y que el consejero ha cuantificado en 2.820, pero podrían ascender a más 4.521 personas mayores, según adelantó  el vicepresidente del Gobierno madrileño, Ignacio Aguado, el pasado miércoles.

Unas 300.000 personas infectadas

La cifra de infectados por el coronavirus en la Comunidad de Madrid asciende a más de 300.000 personas. Según ha detallado el consejero de Sanidad, a los 48.048 casos confirmados en la región mediante prueba diagnóstica, se suman otras más de 233.000 personas que han presentado síntomas asociados al virus y que han sido atendidas por teléfono en sus domicilios. 

Según Enrique Ruiz Escudero, los sanitarios que se han contagiado en la región desde que se inició la propagación del COVID-19 ascienden ya a 5.984, cinco de los cuales han fallecido. Esta cifra supone el 22,4% de estos contagios en el conjunto del país que suman 26.672 sanitarios.

14.000 camas y 540 UCI al comienzo de la crisis

Con más de seis millones de habitantes, la Comunidad llegó a la crisis con cerca de 14.000 camas hospitalarias y 540 para asistir a los pacientes que luchan por su vida en las UCI, según ha confirmado Ruiz-Escudero. Unas semanas después, con los hospitales al borde del colapso, esos recursos tuvieron que multiplicarse hasta alcanzar las 22.776 plazas hospitalarias y las casi 1.900 de UCI, ha añadido el consejero.