La situación que está dejando el coronavirus en las residencias de ancianos en toda España es muy alarmante. En concreto, en la Comunidad de Madrid han fallecido en estos centros un total de 4.750 residentes. La grave situación que en las residencias madrileñas se está viviendo hizo que Ayuso decidiese que la Consejería de Sanidad, dirigida por el popular Enrique Ruiz-Escudero, asumiese el control de las residencias de mayores y le quitase la competencia a la Consejería de Políticas Sociales, liderada por Alberto Reyero, de Ciudadanos.

Ante las alarmantes cifras de fallecidos han aflorado las asociaciones y organizaciones que critican la gestión e intentan buscar soluciones. La Plataforma por la Dignidad de las Personas Mayores de Residencias, fundada en 2016 con el objetivo de luchar por los derechos de los mayores en las residencias, así como luchar contra las deficiencias como la falta de personal, la inexistencia de cauces de participación de los familiares para abordar el mejor trato a los residentes o las deficiencias en las comidas, ha centrado ahora su actividad en ayudar para afrontar la crisis del coronavirus.

Su presidente, Miguel Vázquez, ha explicado en declaraciones a ElPlural.com las claves que pueden haber sido determinantes para que las cifras de fallecidos hayan llegado a unas cifras tan altas: "Ha habido dos incumplimientos gravísimos a nuestro parecer de las órdenes del Ministerio de Sanidad. El primero respecto a la Orden 265/2020 que establecía la obligatoriedad de que a 22 de marzo todos los residentes tenían que estar clasificados en cuatro grupos en función de las posibilidades de contagio, algo que en muchas residencias no se hizo en esa fecha y tardaron varios días en hacerlo. El segundo respecto a la orden del Ministerio de Sanidad que posibilitaba a las Comunidades Autónomas para que interviniesen aquellas residencias donde no se había podido hacer esta clasificación. Esta orden establecía la obligatoriedad de comunicarlo a las consejerías competentes para tomar medidas excepcionales".

"Esta última orden tardó cinco días en interpretarse por parte del gobierno madrileño porque discutían entre ellos de qué consejería era competencia, si de la de Sanidad o de la de Políticas Sociales. Hasta el 28 de marzo no apareció en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid la orden correspondiente. No solo no se cumplió la clasificación sino que durante una semana no se intervinieron aquellas donde era necesario", añade Vázquez.

La sorpresa para el presidente de la plataforma ha sido que tras ofrecer la ayuda de la ONG Médicos del Mundo para intervenir en las residencias de mayores de Madrid y tratar de frenar la pandemia, el Gobierno regional la haya rechazado: "Ante la alarmante situación que están viviendo las residencias de la región, vimos buena idea que la Comunidad de Madrid contara con esta ONG y que les asesorasen y colaboraran con ellos ya que efectúan diagnósticos de la situación y establecen planes de prevención. Saben cómo hacerlo ya que han estado frente a otras pandemias, como la del Ébola. Nuestra sorpresa llegó cuando en la respuesta nos dijeron que no necesitaban de nuestra ayuda ya que su gestión es eficaz".

La gestión del equipo de Ayuso también ha sido muy criticado por la falta de comunicación y transparencia de datos relativos a los contagios y fallecimientos en los centros de mayores. "Ha habido un cerrojazo a la información, porque ni a los familiares les dicen el número de fallecidos. Si lo que pretendían era evitar la alarma, no solo no la han evitado sino que la han agrandado. Incertidumbre, angustia y dudas en todos los ámbitos respecto a sus familiares", zanja Miguel Vázquez.

Desde la Plataforma por la Dignidad de las Personas Mayores en Residencias también piden que se desarrollen mecanismos para que los familiares puedan ver a los residentes con, por ejemplo, barreras de metacrilato que impidiesen la propagación del virus, "ya que ello supondría una inyección de ánimo para los ancianos".