El cáncer de próstata es una de las principales preocupaciones en salud masculina, situándose entre los tumores más diagnosticados en hombres. Su abordaje ha experimentado una revolución en los últimos años gracias a los avances tecnológicos, las estrategias de prevención y los tratamientos más personalizados que priorizan tanto la eficacia como la calidad de vida de los pacientes.

Con motivo del Día Mundial del Cáncer, analizamos cómo la detección precoz, el manejo integral y el uso de herramientas como el Robot Quirúrgico Da Vinci están transformando el panorama del cáncer de próstata

La importancia de la prevención

La prevención del cáncer de próstata combina el estilo de vida saludable con el cribado temprano y personalizado. Como explica el Dr. Miguel Sánchez Encinas, jefe del Servicio de Urología del Hospital Universitario Rey Juan Carlos, “la prevención y detección temprana del cáncer de próstata combinan estrategias de modificación del estilo de vida con metodologías de cribado personalizadas, basadas en la evidencia científica disponible”.

Entre los factores preventivos más destacados está la actividad física regular, que puede reducir entre un 10% y un 20% el riesgo relativo de desarrollar un cáncer de próstata de alto grado. “Los hombres físicamente activos tienen una reducción en la mortalidad específica”, señala el Dr. Sánchez Encinas, quien también subraya la relevancia de una dieta mediterránea: “algunos estudios han evidenciado que la adherencia a una dieta rica en frutas, verduras, pescado y grasas saludables se asocia con mejores tasas de supervivencia y menores riesgos de mortalidad”.

Reconocer los síntomas

En sus primeras etapas, el cáncer de próstata suele ser asintomático, lo que hace imprescindible estar atentos a cualquier señal de alarma. “Es importante destacar que la glándula prostática se compone de dos regiones principales: la zona periférica, donde se originan la mayoría de los tumores malignos, y la zona central, cuyo crecimiento puede provocar hiperplasia prostática benigna”, explica el Dr. David Carracedo, jefe asociado del Servicio de Urología del Hospital Universitario Rey Juan Carlos.

Los síntomas iniciales, que a menudo se confunden con la hiperplasia benigna de próstata (HBP), incluyen dificultad para orinar, sensación de vaciado incompleto, necesidad frecuente de orinar por la noche y ardor al orinar. Sin embargo, el Dr. Carracedo advierte: “algunos síntomas más específicos del cáncer de próstata suelen aparecer en etapas avanzadas, como sangre en la orina o el semen y dolor en la parte baja de la espalda, las caderas o los muslos”.

Opciones terapéuticas personalizadas

La elección del tratamiento depende de varios factores, como la edad, el estado de salud general y el grado del cáncer. Según el Dr. Carracedo, “en los casos de cánceres localizados o de bajo riesgo, a menudo se recomienda la vigilancia activa, evitando intervenciones innecesarias”. Para estos pacientes, también se pueden emplear terapias focales mínimamente invasivas, como el ultrasonido focalizado de alta intensidad (HIFU) o la electroporación irreversible.

En estadios más avanzados, el enfoque cambia hacia una intensificación terapéutica, combinando tratamientos hormonales, radioterapia y, en ciertos casos, cirugía. El Dr. Sánchez Encinas destaca que “la tendencia será intensificar los tratamientos mediante la combinación de terapias dirigidas, incluyendo agentes que bloqueen el receptor de testosterona junto con radioterapia y, en ciertos casos, cirugía”.

La cirugía robótica como estándar

Uno de los mayores avances en el tratamiento del cáncer de próstata es el uso del Robot Quirúrgico Da Vinci, una tecnología que ha revolucionado la cirugía tanto para el cirujano como para el paciente. “El sistema Da Vinci ofrece una visión magnificada en 3D de alta definición y una precisión milimétrica gracias a los instrumentos articulados”, explica el Dr. Sánchez Encinas. Esto permite movimientos más precisos y naturales que reducen el cansancio del cirujano y disminuyen los riesgos de error.

Para los pacientes, los beneficios son igual de evidentes: “Incisiones más pequeñas, menor dolor postoperatorio, recuperación más rápida y una estancia hospitalaria más corta”, asegura el Dr. Sánchez Encinas. Además, el uso del Da Vinci ha demostrado una mayor preservación de las funciones urinarias y sexuales tras la cirugía.

Mirando al futuro

El manejo del cáncer de próstata continuará evolucionando hacia un enfoque más personalizado. Según el Dr. Sánchez Encinas, “en los estadios localizados del cáncer de próstata, convivirán tratamientos consolidados como la cirugía asistida por robot con opciones menos invasivas como las terapias ablativas”. Por otro lado, las etapas avanzadas contarán con terapias combinadas cada vez más eficaces.

En paralelo, la inmunoterapia y los avances en el análisis genético desempeñarán un papel crucial. “El estudio de mutaciones específicas permitirá identificar subgrupos de pacientes que puedan beneficiarse de terapias dirigidas o inmunoterapias”, señala el experto.

Revolución prometedora

La revolución en el abordaje del cáncer de próstata pone de manifiesto cómo la tecnología y la medicina personalizada pueden transformar la vida de los pacientes. Los avances en prevención, diagnóstico precoz y tratamientos más eficaces y menos invasivos son una clara demostración de que el futuro de la salud masculina está más prometedor que nunca. Cada paciente, cada avance y cada innovación nos acercan un paso más hacia una atención integral y efectiva.