La psicosis por los lazos amarillos llega a la capital. Vecinos del barrio de la Concepción de Madrid, escandalizados, retiraron unas cintas amarillas que aparecieron colgados en los árboles de su zona al creer que se trataban de lazos a favor del independentismo catalán. Pero los lazos no tenían nada que ver con eso. Resultaron ser cintas adhesivas para evitar la plaga de las orugas procesionarias, insecto con un gran poder urticante que puede producir daños en los ojos y la piel.

Los vecinos desanudaron los lazos de los árboles que, erróneamente vincularon a un símbolo independentista. Sin embargo, los técnicos municipales aclararon la situación al explicarles que no se trataba de dicho símbolo, sino de unas cintas muy tóxicas que debían permanecer en su lugar.

Esta acción vecinal demuestra, una vez más, la tensión política que se vive con el tema catalán.