Cada temporada de caza, miles de ciudadanos cogen sus escopetas para participar en cacerías privadas. En los cotos de caza  de muchas comunidades autónomas se puede ver, entre los adultos, a menores de 14 años participando en esta actividad que muchos definen como un deporte o una tradición social; pero que mucho otros denuncian como uno de los máximos exponentes de maltrato animal.

Aunque es cierto que en algunas comunidades está prohibida la participación de los más pequeños, en la mayoría es legal. Es más, el hecho de que sean organizadas por clubs privados y que se celebren en cotos de la misma titularidad, hacen más que difícil controlar la presencia de niños. Sin embargo, que en el mundo de la caza participan niños es una realidad, una verdad de la incluso alardean grupos de cazadores publicando en sus redes sociales las imágenes de estos menores con sus presas.

Según ha explicado a ElPlural.com la presidenta de PACMA, Silvia Barquero, sólo con navegar por las webs y redes de monteros y realeros se puede descubrir que existen “bautizos” o ritos de iniciación para darles la bienvenida a los más pequeños al mundo de la caza.

Niños que, con menos de 10 años, ya han matado a un animal. Niños, con la cara llena de sangre mientras sujetan a su víctima o empuñan un cuchillo con una sonrisa y bajo la atenta mirada de sus padres.

Un niño en una cacería. PACMA

Es cierto que, en las últimas semanas, se han publicado varios vídeos en los que se muestra la insensibilidad de los cazadores hacia los animales; como el caso de un jabalí apedreado en vez de dispararle o el de un ciervo devorado vivo por perros cazadores. Pero las imágenes de estos menores suponen la ruptura o el desvelo de uno de los tabús de la caza: participan menores.

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“Estas fotografías las saqué de un foro de cazadores. Para saber qué cuentan y cómo viven su actividad, para ver cómo actúan suelo visitar foros de monteros y realeros”, cuenta Barquero. Y este fue su hallazgo:

Un menor de edad sujeta un puñal sobre una presa de caza. PACMA
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“No es el primer niño que veo con la cara embadurnada de sangre”, ha denunciado la presidenta de PACMA a ElPlural.com. “Me parece terrible educar a los niños en la violencia e introducirles desde tan pequeños en este mundo tan sombrío” porque Barquero considera que en las fotos hay dos víctimas: el menor y el animal muerto.

“No enseñaría nunca a mis hijos a actuar con violencia y a matar animales porque es completamente contrario a la educación en valores y de progreso moral, de empatía”, añade para preguntarse: “¿Qué clase de sociedad estamos construyendo cuando permitimos que los menores participen en el maltrato animal?”.

Muere un niño de 13 años

No es la primera noticia sobre la participación de menores en cacerías. En el pasado mes de octubre, un menor de 13 años murió tras recibir un disparo durante una cacería en Villalba de los Alcores, localidad de la provincia de Valladolid. El joven murió al impactar contra su cabeza un disparo.

"Nosotros siempre hemos mantenido nuestro rechazo a una actividad violenta como la caza, que le cuesta la vida a miles de animales y, a veces, también a seres humanos en accidentes perfectamente evitables, como este. Además, lamentamos profundamente el fallecimiento del niño y consideramos que es necesaria la prohibición de la caza", lamentó PACMA en el momento.

Sin embargo, el presidente de la federación de caza de Castilla y León, Santiago Iturmendi aseguró que lo ocurrido “es algo que siempre está presente en este deporte y hay un riesgo siempre latente que nos sorprende con un desenlace tan terrible como este”. Aunque también aseguró que era “un día de duelo para la caza”.

Y es que, no cree que sea más peligroso que participe un niño en una cacería que un adulto. “El riesgo es el mismo que si hay una persona de 40 años que un chaval de 13. Desde la Federación vamos a intentar todo lo que podamos para hacer campañas de sensibilización y minimizar los riesgos en las cacerías”.

El respeto a los animales en la enseñanza obligatoria

Por todo lo anteriormente relatodo, el Partido Animalista PACMA ha solicitado a la ministra de educación, Isabel Celaá que se incluya en la nueva ley de educación, en los objetivos transversales de todas las etapas de enseñanza obligatoria, la empatía y el respeto hacia los animales. Además, ha pedido una reunión al ministro de Cultura, José Guirao, para que proteja a los menores de la violencia de la tauromaquia.

“Es necesario que se cumplan de inmediato las demandas del Comité de los Derechos del Niño que, con la finalidad de prevenir los efectos nocivos de las corridas de toros en los menores, insta a alejar a los niños y niñas de la violencia de la tauromaquia”, recuerdan.

Para ello exige el cierre de las escuelas taurinas, la prohibición del acceso de menores a espectáculos taurinos y la prohibición de la emisión de programas televisivos con contenido taurino en horario infantil.