Los problemas de Boeing se multiplican. La empresa ha decidido adaptar 7.000 aviones del modelo impluicado en la tragedia sucedido en marzo del pasado año para evitar nuevas tragedias.

La pérdida del elemento del fuselaje provocó que la cabina se despresurizara rápidamente y la pasajera Jennifer Riordan fuera succionada por la ventana. El resto de pasajeros y la tripulación la sujetaron, evitando que saliera despedida. Sin embargo, las graves heridas provocadas por el incidente causaron su muerte.

La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de EEUU recomendó garantizar la integridad de la cubierta. La empresa acatará la recomendación. Tras 19 meses de investigación desde que una pasajera fuera succionada en el vuelo 1380 de Southwest Airlines con trayecto Nueva York-Dallas, la compañía ha declarado que se “está trabajando en las mejoras del diseño”..

Además, se ha mostrado "comprometida a trabajar estrechamente con la Administración Federal de Aviación, los fabricantes de motores y las partes interesadas de la industria para implementar mejoras que aborden las recomendaciones de seguridad de la NTSB".

Por el momento, ninguna de las conclusiones del informe afecta al Boeing 737 Max, involucrado en accidentes fatales que causaron la muerte de 346 personas.