El enésimo bochorno del fútbol español ha capitalizado el debate público en esta última semana de campaña electoral. El episodio de racismo que padeció Vinicius el domingo en el estadio de Mestalla ha consternado al mundo entero. El jugador brasileño del Real Madrid, que fue expulsado tras responder con un puñetazo a un agarrón por el cuello de Hugo Duro, ha recibido el apoyo de la escena internacional del balompié. Aficionados, presuntamente localizados ya por el Valencia, insultaron con gritos de “mono” al extremo merengue que. El propio futbolista escribía en sus redes sociales que siente a España como un “país racista”, afirmación que no entiende la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. La baronesa conservadora traslada su apoyo al afectado, pero con ciertos matices, a la par que los equipara con las “ofensas al Rey”.

“España no es un país racista”, ha sentenciado la presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata del Partido Popular. Ayuso ha intentado atajar las palabras de Vinicius en sus redes sociales, tras ser objeto, por enésima vez esta temporada, de insultos racistas durante el partido que enfrentaba en Mestalla al Valencia y al Real Madrid. Ya desde la llegada del autobús blanco a las inmediaciones del feudo che, aficionados valencianistas increparon al extremo brasileño: “Eres un mono. Vinicius eres un mono”. Improperios que se replicaron en las entrañas del estadio y que, incluso provocaron que el futbolista amagase con marcharse del campo; iniciándose así el protocolo antirracismo, que se limita a una mera advertencia por megafonía.

En una entrevista en directo en ABC, la presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata a la reelección ha respondido a las preguntas sobre los episodios racistas que ha sufrido Vinicius esta temporada. Concretamente, sobre este último bochorno en Mestalla, en el que el foco mediático internacional ha puesto el ojo. Sin embargo, a pesar de respaldar al futbolista brasileño, Ayuso niega la mayor y rechaza que el problema principal resida en la sociedad española, tumbando las acusaciones del propio extremo izquierdo de que “España es un país racista”.

La baronesa conservadora ha indicado en esta conversación que la imagen que se traslada de España con estos episodios no es “real”. Ayuso ha subrayado que “no es un país racista” y, de hecho, ha equiparado los ataques a Vinicius con las “ofensas contra el rey y contra otras muchas personas” en los terrenos de juego. “Ocurre esto mismo”, subraya la jefa de los populares en la Comunidad de Madrid,

Con todo, Ayuso ha resaltado que “los campos de fútbol nunca se pueden convertir en esto”. “No sé si desde luego paralizando el partido y tomando medidas, pero todos tenemos que ocuparnos de esto desde luego porque si no la imagen que se traslada, como digo, es realmente perjudicial”, ha apostillado la jefa del Ejecutivo regional, amén de agregar que es “mentira”.

Bochorno internacional

El fútbol español está en el ojo del huracán. No es la primera vez que ocurre, otras víctimas han sido Iñaki Williams o el jugador del Valencia Diakhaby, son otros ejemplos sonados; aunque no tan reiterados como el de Vinicius. Lo cierto es que en esta ocasión, el caso ha traspasado las fronteras de España, dejando a LaLiga en tela de juicio, máxime tras la tibieza de su presidente, Javier Tebas, en dos tuits mediante los que acusa al futbolista de faltar a la verdad. Previamente, el extremo brasileño recriminó a la organización una ausencia de dureza en los castigos a los racistas.

Los insultos a Vinicius han llegado hasta Inglaterra, donde la leyenda del Manchester United, Rio Ferdinand, además de otros periodistas, han denunciado el racismo sistémico en el fútbol español. A su mensaje de apoyo al futbolista se ha unido el de Ronaldo, exjugador merengue y ahora propietario del Real Valladolid, que vivió de primera mano episodios de este calibre. Por supuesto, en Brasil han salido en tromba en defensa de su perla. La federación brasileña ha trasladado su total apoyo a su estrella, así como equipos de la talla del Santos, pero también el presidente del país. Luis Inazio Lula da Silva ha instado a FIFA y a LaLiga que adopten medidas urgentes contra el “fascismo”.

Todo arrancó en los aledaños del estadio de Mestalla, cuando en la llegada del bus, un grupo de aficionados dio la bienvenida al jugador merengue entre insultos de "mono". Tras ello, ya sobre el césped, dos aficionados llamaron “mono” al futbolista, lo que provocó que el internacional brasileño quisiera marcharse al túnel de vestuarios. No obstante, siguió jugando y después del bochornoso episodio, fue expulsado tras un trance con el jugador che Hugo Duro.