A los vecinos de Marchal, un pequeño pueblo de 500 habitantes de Granada, se les acaba seguir haciendo lo que ya tenían como costumbre: acudir al Ayuntamiento en pijama. El alcalde de la ciudad, Juan Manuel Valdivia, ha señalado que la mayoría de ellos presentan además signos de falta de higiene por lo que esto supone una falta de respeto a los que trabajan en el Ayuntamiento. En este sentido, ha señalado que “no pedimos que vengan en traje, pero sí que se respeten unas mínimas condiciones” y si esto no se cumple, Valdivia asegura que no serán atendidos.

La nueva medida ha sido comunicada con un cartel en la puerta del consistorio en la que se puede leer “no se atenderá a los vecinos que acudan al ayuntamiento en pijama o bata”.

Desde el programa de Aruseros de La Sexta han comentado la noticia y han señalado que esto se estaba convirtiendo en una práctica habitual entre los vecinos que primero bajaban la basura con bata o pijama y luego pasaban a “comprar el pan”. Uno de los colaboradores del programa señala que “si no ha ocurrido nada, vamos a por el periódico y de ahí a por un café”.

Entre los vecinos, las opiniones son dispares. Hay quien sí que se muestra de acuerdo con esta decisión atendiendo a cuestiones de lógica, pero también hay quien defienden la libertad individual y no han recibido con agrado el reciente comunicado.

No es la primera vez que este municipio granadino ha estado envuelto en polémicas. En 2021, el entonces alcalde del Partido Popular Juan Manuel García Segura presentó una querella contra un grupo de vecinos y vecinas que habían tratado de denunciar la gestión del popular. Ante esto, el grupo socialista encabezado por el actual alcalde Juan Manuel Valdivia, tildó de “persecución judicial” la actuación de García Segura. El actual edil añadió además la falta de ética del Partido Popular por hacer uso “de recursos públicos para afrontar este proceso, mientras que las y los vecinos han tenido que pagar de su propio bolsillo su defensa jurídica”.