Hasta el momento, los casos de Chikungunya registrados en España habían sido siempre importados. Hasta el pasado mes de mayo, cuando al parecer tres turistas islandeses, pertenecientes a la misma familia y que pasaron unos días de vacaciones en la provincia de Alicante, han sido infectados por este virus. Se trata del primer caso autóctono de Chikungunya en nuestro país, que abre la puerta a la posible proliferación de un brote cuyas dimensiones están aún por cuantificar.
Hace un par de años, en 2017, Italia y Francia sufrieron un importante brote de esta enfermedad con 277 y 17 casos autóctonos diagnosticados, respectivamente. “Desde ANECPLA llevamos alertando de este escenario desde hace varios años”, indica Milagros Fernández de Lezeta, directora general de la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental. “Desgraciadamente, al final se ha producido. Y es que el progresivo aumento de las temperaturas, a consecuencia del cambio climático, sumado al incremento de los viajes producto de la globalización y los numerosos casos importados de Chikungunya, han generado el caldo de cultivo ideal para quien es el principal vector transmisor de esta enfermedad: el Aedes Albopictus, también comúnmente conocido como mosquito tigre”. Un mosquito que tiene una importante presencia en España, sobre todo en la zona levantina, y que no para de extenderse por todo el territorio nacional.
“Estos condicionantes contribuyen”, alerta Fernández de Lezeta, “a que este primer caso detectado de Chikungunya autóctono no sea aislado” e insta a tomar las medidas de control necesarias para evitar los brotes registrados hace un par de años en los países vecinos.
Recomendaciones para evitar la propagación del mosquito tigre
Algunas de las recomendaciones que ofrece ANECPLA para evitar el contagio son: la instalación de mosquiteras en las ventanas, el uso de repelentes específicos, intentar cubrirse la piel con manga larga y pantalones ajustados al tobillo y vigilar que no haya agua estancada en las inmediaciones, porque es ahí donde ponen sus huevos este tipo de insectos vectoriales.
Asimismo, las recomendaciones de la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental, en línea con las de la Organización Mundial de la Salud (OMS), para controlar la propagación del mosquito es evitar que éste deposite sus huevos. Estas medidas incluyen el control profesional de estos insectos, unido a otras medidas cotidianas llevadas a cabo por parte de la población, tales como:
- Evitar las acumulaciones de agua en el exterior de las viviendas por pequeñas que éstas sean (incluso en macetas, botellas, etc.).
- Mantener cubiertos herméticamente los depósitos de agua que sean para uso doméstico.
- Destapar aquellos desagües que tengan riesgo de mantener agua estancada.
- Evitar tener en el exterior de las viviendas cualquier tipo de envase susceptible de llenarse de agua en caso de lluvia.
- Eliminar cualquier tipo de recipiente que no sea de uso habitual y que acumule agua para evitar riesgos innecesarios (platos de macetas, etc.).
- Cambiar con frecuencia el agua de los bebederos de los animales.
- Mantener limpias las rejillas y canaletas y evitar que acumulen agua.
Una vez se han tomado estas medidas, las probabilidades de infección disminuyen en un alto porcentaje, si bien la directora general de ANECPLA recuerda que “para evitar la proliferación de este virus tropical es necesario investigar y localizar dónde se encuentra el foco infeccioso y tomar las medidas necesarias, a través del trabajo de los profesionales del sector de la gestión de plagas, para asegurarse de que la plaga, vector de transmisión de dicha enfermedad, es gestionada correctamente”.
Síntomas
Se trata de un virus del género Alphavirus, familia Togaviridae. Es un virus transmitido a través de los mosquitos de la familia Aedes y en nuestro país, el vector principal es el Aedes albopictus. La enfermedad debe su nombre a una palabra del idioma Kimakondé de la tribu Makonde, de Mozambique y Tanzania, que significa "el que se encorva" y hace referencia a la postura que frecuentemente adoptan los afectados por el fuerte dolor articular que produce la enfermedad. Además, otros de los síntomas característicos de esta enfermedad son: fiebre alta, vómitos persistentes, cefaleas agudas y hemorragias. Todo ello según el grado de infección transmitido por la picadura y dependiendo del sistema inmunológico del infectado/a.
Conseguir una vacuna contra el Chikungunya es uno de los retos pendientes de la medicina actual, por lo que el tratamiento actual que se lleva a cabo en una persona infectada es principalmente sintomático, es decir, simplemente trata de controlar y disminuir el dolor y la fiebre. En estos casos se debe prestar especial cuidado a los grupos de riesgo como lo son los menores de 5 años y las personas mayores de 65, especialmente si padecen enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión.