La mano del hombre hace mella cada año, cada día de hecho, en nuestro planeta. Pero esto no es algo nuevo, sino que pasa desde tiempos inmemorables. Afortunadamente, las nuevas generaciones están cada vez más concienciadas sobre aspectos como el cambio climático o el consumo excesivo de carne, aunque desde ciertos sectores también se critiquen.

Lo que está claro es que de una forma el ser humano ha dejado huella en el planeta, y no siempre para bien. Ello ha derivado en ocasiones en la extinción de especies como las que mostramos a continuación.

Las causas directas de estas consecuencias se encuentran en la caza furtiva, que termina en ocasiones con terrenos y hábitats enteros. Sin embargo, no todo es negativo, y es que hay cosas que nosotros también podemos hacer, como designar una zona como refugio de vida silvestre o una especie como “protegida”.

Pez de mano liso

Su nombre proviene de aspecto, ya que guarda gran parecido con el de una persona –en sus brazos y manos, además de su ‘mohicana’-. Hace unos 200 años abundaba en las aguas de Australia, pero apenas un par de años atrás de consideró del todo extinto. Las causas concretas se desconocen, aunque apuntan a la pérdida de hábitat y la pesca sin control de otras especies marinas, como las vieiras.

Pez de mano liso

 

Melomys rubicola 

Estos pequeños roedores se consideraron extintos oficialmente en 2015, después de que no fueran vistos desde 2009. Originarios de la isla de Bramble Cay, cerca de la parte norte de la Gran Barrera del Coral, se considera el primer mamífero que se ha extinguido por el cambio climático antropógeno.

Melomys

 

Rinoceronte blanco del norte

Esta especie no puede considerarse extinta del todo, pero prácticamente, ya que los dos únicos rinocerontes blancos que existen en estos momentos son hembra. El último macho falleció a los 45 años a causa de la vejez.

Las dos hembras restantes no pueden dar a luz, por lo que es más que probable que la especie se extinga, a pesar de que los científicos trabajan para poder dar a luz a un rinoceronte blanco a partir de células sexuales extraídas. El rinoceronte blanco es una de las especies que reflejan los peligros y problemas de la caza furtiva, causa principal de su extinción.

Rinoceronte blanco del norte

 

Lobo de tasmania

A pesar de su aspecto el lobo de tasmania era un carnívoro bastante tímido, que se alimentaba de roedores y canguros. Las causas de su extinción fueron (o al menos es lo que se cree) las poblaciones de dingos (subespecie de lobo) y la caza excesiva por parte del hombre.

Tasmania

 

Quagga

En un principio se pensaba que el quagga era una especie propia. Nada más lejos de la realidad, se descubrió después que era una subespecie de la cebra de las llanuras. Su aspecto era de lo más curioso, ya que parecía ‘mitad cebra, mitad caballo’.

Originaria de Sudáfrica, los científicos tratan ahora de ‘resucitarla’ a través de la ingeniería inversa. En otras palabras, cebras que llevan genes de quagga.

Quagga

 

Sapo dorado

Fue visto por última vez en la década de los 80 en Costa Rica y se consideró extinto en 1994. Se piensa que la causa principal de su extinción fue la quitridiomicosis, una enfermedad cutánea que resultó ser mortal. Pero la aparición de esta enfermedad no fue casual, sino que llevó aparejado a ella el hábitat limitado y la población reducida, la contaminación o el calentamiento global.

Sapo dorado

 

Lobo de las Malvinas

Conocido también como lobo antártico o zorro de las Malvinas, esta especie era nativa de dicho lugar. El ser humano llegó a las islas, irrumpiendo en su hábitat (estaban bastantes apartados y tranquilos), provocando su extinción a finales del siglo XIX.

lobo de las malvinas

 

Tortuga gigante de Pinta

Esta especia ya existía en 1835; y lo hizo hasta 2015, año en el que falleció el último ejemplar puro de esta subespecie, llamado Solitario George. La causa principal de la extinción fue, nuevamente, la mano del hombre; aunque de diferente forma: el hombre introdujo cabras que destruyeron su hábitat (las tortugas eran de la Isla Pinta) y ratas. Asimismo, los propios humanos mataron a las tortugas por su carne.

Tortuga gigante de Pinta

 

Dodo

Se trata de una de las especies que más años lleva extinta, y su historia es de lo más curiosa. El dodo es un ave no voladora originaria de las islas Mauricio y se extinguió cuando los marineros empezaron a llegar a ella.

Los últimos dodos fueron vistos en la década de 1660. Los fósiles restantes se perdieron o destruyeron porque no se prestó atención a la importancia de su conservación.

Sin embargo, su historia es, seguramente, la más curiosa de las especies de este artículo. Puede que si el dodo hubiera existido hoy no hubiera llegado a extinguirse o se hubiera puesto un mayor énfasis en protegerlo; o no, visto los casos que preceden a las recientes especies que se han extinguido.

Pero es llamativo que la gente de la época creyera que Dios no podía arrebatarles una criatura que él mismo había creado, lo que hizo pensar que había más dodos repartidos y/o escondidos en algún lugar. De este modo, el hombre se despreocupó de los dodos desaparecidos.

Las causas de su extinción apuntan a varias direcciones, pero las razones que cobran más fuerza son: los marineros cazaron y comieron dodo hasta extinguirlo (aunque esta es más una creencia popular) o los marineros soltaron animales por el hábitat del dodo que provocaron su extinción.

Dodo

 

*Todas las imágenes de este artículo han sido rescatadas de Wikipedia. Asimismo, para más información el lector puede consultar la página de la que se ha extraído la referente a este artículo.