En el citado artículo, publicado este pasado lunes, mi antiguo catedrático critica la actitud de los que opinan que el líder popular oculta su verdadero programa económico y termina afirmando que “como estudioso de la economía española, lamento el retraso de un año que lleva la puesta en acción de algo tan sensato”. ¿Y cuál es el contenido de este programa? Pues, el profesor Velarde, en un alarde de la capacidad didáctica que ha desarrollado durante tantos años de pedagogía universitaria nos lo explica.

El detallado programa económico del líder de la oposición es el siguiente: Reducir el déficit del sector público, reestructurar el mercado financiero, modernizar el marco institucional en el que se desarrolla la actividad empresarial, utilizar de forma más eficiente las fuentes de energía, fortalecer la unidad de mercado, rebajar los impuestos para apoyar la inversión empresarial, el ahorro y el empleo y, por último, reformar el sistema educativo, el mercado de trabajo y las Administraciones Públicas.

Quizás convendría aclararle al catedrático -aunque mucho me temo que lo sabe de sobra- que cualquier programa de actuación económica -o no económica- se caracteriza por la fijación de unos objetivos que alcanzar y por el desarrollo de unas medidas para conseguirlos. Y que lo que conocemos hasta la saciedad del programa “mariano” para la política económica del país es muy limitado porque se trata, tan sólo, de la enunciación de unos objetivos genéricos, y que son éstos, los que han vuelto a ser reproducidos por enésima vez en su artículo; pero de las medidas concretas a aplicar no se ha expuesto ni una.

¿Adoptaría Mariano Rajoy para reducir el déficit público, por ejemplo, la medida de confiscar indiscriminadamente la mitad de la próxima paga navideña de todos los trabajadores del país, como ha adelantado que hará el nuevo presidente portugués que es de su mismo signo político?, ha fijado como uno de sus objetivos el de reformar el sistema educativo, pero ¿potenciará la educación privada en manos de la Iglesia, como le aconsejan importantes Instituciones religiosas cercanas a su partido y medios de comunicación afines, en detrimento de la enseñanza pública? pretende reformar, asimismo, el mercado laboral, pero ¿secundará las pretensiones de la patronal para convertirlo en una versión actualizada del mercado esclavista medieval? y, por último, asegura que reformará las Administraciones Públicas, pero ¿secundará las intenciones neoliberales de gran arraigo en su partido para reducir las funciones “paternalistas” del Estado -es decir, el Estado del bienestar- y potenciar al máximo la iniciativa privada, al igual que propugna Cameron, otro dirigente de la derecha europea, en el Reino Unido?

Resulta llamativo que un catedrático de Economía considere que una mera enumeración de objetivos, sin la exposición de las actuaciones concretas para alcanzarlos, sea todo un programa económico. Aunque tal vez no llame tanto la atención si se tiene en cuenta que al unir su nombre -Juan Velarde- al de FAES obtengamos en Google 39.300 resultados. Quizás su inclinación político-ideológica le haga olvidarse del rigor científico que se le supone a un catedrático.

De todas formas no es el primer favor que le hace al PP con manifestaciones avaladas ante la opinión pública por su supuesto magisterio. Justamente al día siguiente de que Mariano Rajoy descubriese su programa, en opinión del profesor Velarde, es decir el lunes día 26 de junio de 2010, colaboró con este partido en ofrecer la imagen más catastrófica de nuestro país y realizó unas declaraciones, en la cadena de los obispos, alertando sobre la deuda pública española llegando a asegurar que, como país, “tendríamos que hundirnos o recibir ayudas”.

En la ciencia Económica -y él lo debe saber también mejor que nadie por su condición de experto en la disciplina- el anuncio de una catástrofe por personas o entidades con hipotético rigor científico suele ser su mejor y mas efectivo desencadenante.

En fin, sería deseable que, a pesar de ser uno de los economistas de cámara del PP, no le veamos dirigiendo los destinos económicos de nuestro país, que se hundirá o no, pero si no lo ha hecho hasta ahora no habrá sido por el empeño que ha puesto en ello. Por cierto, igual que el que ha tenido el Partido Popular de Mariano Rajoy.

Gerardo Rico Rivas es Licenciado en Ciencias Económicas