Pese a todo, tanto la Presidenta de la Comunidad, Dña. Esperanza Aguirre, como su Consejera de Educación y Empleo, Dña. Lucía Figar, siguen insistiendo en público que no ha habido tales recortes y que la protesta de los profesores se debe a intereses políticos y electorales.

Puede que quienes no tengan hijos en los Institutos madrileños aún las crean, pero quienes estamos viviendo el problema, profesores, alumnos, madres y padres, de sobra sabemos los servicios que en el Instituto se han perdido: desdobles, refuerzos, grupos flexibles, laboratorios, bibliotecas, guardias…

Presidenta y Consejera están desconcertadas porque no entienden que los profesores funcionarios, y ahora los directores, se movilicen tan contundentemente no para pedir algo para ellos mismos, sino en defensa de la calidad de la enseñanza pública; que renuncien a parte de su sueldo haciendo jornadas de huelga para pedir que los alumnos no pierdan nada de lo que tenían; que la indignación sea mayoritaria entre los profesores, los alumnos y las familias al saber las desgravaciones fiscales que la Comunidad ofrece a quienes llevan a sus hijos a los colegios privados: 900€ por cada hijo para rentas que no superen los 30.000€ anuales por cada miembro de la unidad familiar (o sea, una pareja con un hijo, podría desgravarse si su renta no supera los 90.000€; o los 120.000€ si tiene dos hijos, etc.).

Presidenta y Consejera están desconcertadas porque profesores, alumnos y familias estamos haciendo lo que ellas mismas deberían hacer y no hacen: defender la escuela pública de todos y para todos.

Jesus Pichel es profesor de filosofía