Merkel y Obama brindan en aras de la competitividad. Es decir, reformas estructurales y la modernización de las economías. Esto requiere, más aún, el sacrificio y la paciencia de los ciudadanos. Dadas estas circunstancias, puede decaer el espíritu de lucha. Y la sumisión obtiene el triunfo ya que no parece posible otra cosa.

No porque no haya alternativas a la hora de enfocar los problemas y la crisis en la que nos metieron los mismos que quieren sacarnos de ella a su modo. Pero en las normas de este juego oscuro, controlado por las grandes esferas, los perdedores no varían nunca.

Sea como fuere, la sabiduría de José Luis Sanpedro, a sus 94 años, nos asegura que “viene un mundo distinto”. Cree que el final del capitalismo como lo hemos conocido está ahí, y manifiesta que el Movimiento 15-M “no es algo transitorio o puntual”.

En la Feria del Libro de Madrid presentó su nueva novela, Cuarteto para un solista, unas páginas que contienen todo el pensamiento de este sensible agitador y donde queda palpable cómo la aventura humana se estropea ante el dominio del dinero por parte de sus propietarios.

El ex primer ministro británico Tony Blair, no obstante, afirma que la izquierda europea está en crisis porque no se moderniza y por no reconocer los motivos de sus derrotas. Admira el liderazgo del presidente Zapatero por el valor de emprender reformas en los últimos meses, aunque eso conlleva un gran coste para él.

Sin embargo, la pérdida de la identidad socialdemócrata, aun siendo ocasional por el tsunami de la provocada recesión, es la causa de la caída socialista. Las decisiones “muy valientes” son necesarias pero no siempre en la misma línea. La cuestión sería navegar en unas aguas llenas de tiburones y no morir en el intento. Difícil equilibrio, eso sí, en un sistema patrocinado desde las más poderosas cumbres.

Las fuerzas conservadoras y los poderes fácticos han supuesto tradicionalmente un freno a cualquier ideario progresista. El fracaso del pacto para la reforma de los convenios colectivos se enmarca en esa misma dirección dura del mundo empresarial frente a los sindicatos mayoritarios y los trabajadores. Flexibilidad reclama la CEOE.

Así, el Ejecutivo aprueba su propuesta sobre este asunto y se amplían las facilidades para despedir en las empresas. No les gusta a las centrales sindicales ni tampoco a los empresarios. La desregulación del mercado laboral, en nombre de la modernidad y de la generación de empleo, implica la reducción del costo de la mano de obra o del tiempo de jornada o de contratación. Mientras, UGT y CCOO reivindican, según se expone en la devaluada Constitución española, un empleo con derechos y de calidad.

Rajoy apunta y dispara las intenciones que tiene el PP. Ya saben. Tendremos el Estado del bienestar que se ajuste a nuestras posibilidades. Y es que la austeridad y la buena gestión cobran cuerpo sólo cuando la cuerda aprieta el gaznate de las personas.

El líder de la oposición no quiere aparecer como el dirigente de un partido antisocial. Pretende que en las comunidades gobernadas por ellos no se hagan recortes importantes antes de las elecciones generales y que la gente no salga a la calle contra los Gobiernos del PP. Si obtiene la victoria en 2012 sacará las tijeras, continuará echando la culpa de todo a Rodríguez Zapatero y la calentura de los indignados aumentará.

Algunos ya se arrepienten de haber introducido las papeletas del PP en los comicios municipales y autonómicos. Las revelaciones del caso Brugal causan estragos a sus presuntos responsables y hastío a la población. El cohecho, el tráfico de influencias, la revelación de información privilegiada o los lujosos regalos son parte de las acusaciones incluidas en el sumario.

Rajoy no debería sentirse ya presidente. Si gana no lo tendrá fácil. La cuestión es que puede ocurrir de todo de aquí hasta marzo. El aspirante socialista a La Moncloa, Pérez Rubalcaba, seguirá aireando un proyecto de continuidad y con nuevas propuestas. En principio, las huestes populares toman el bastón de mando tras el 22-M.

Marc Llorente es periodista y crítico de espectáculos