A veces pensamos en las naumaquias, esos espectáculos a medio camino entre lo teatral y las batallas navales y nuestra mente se va a Roma, al anfiteatro Flavio (hoy conocido como Coliseo) donde se podía llegar a inundar la arena para representar luchas entre distintas embarcaciones.

Pero, mucho más cerca en el tiempo y el espacio, tuvimos nuestras propias naumaquias en el estanque del Retiro. Su precedente habría que buscarlo en una crónica que hizo el sacerdote Juan López de Hoyos, a propósito de la entrada en Madrid de la futura reina Ana de Austria, donde se habla de un estanque, de un simulacro de guerra y a partir de ahí la fantasía ha hecho de las suyas diciendo que era una naumaquia emulando la batalla de Lepanto.

Una especie de leyenda viene a decir que en época de Felipe II se hacían batallas navales en una laguna a las afueras de Madrid imitando incluso la batalla de Lepanto

Una especie de leyenda viene a decir que en época de Felipe II se hacían batallas navales en una laguna a las afueras de Madrid imitando incluso la batalla de Lepanto.

Siendo sensatos la crónica dice varios datos certeros:

-El evento tuvo lugar en el campo del monasterio de los Jerónimos, que o bien era un terreno cercado por los monjes jerónimos o bien era (como parece más probable) en un terreno público y por lo tanto en lo que hoy llamamos Paseo del Prado, puesto que se dice que fue junto a las 5 fuentes que había construido el ayuntamiento de Madrid y estas estaban entre lo que hoy sería Cibeles y Neptuno. De hecho, serían las fuentes de las que habla Cervantes en el Viaje al Parnaso).

-En ese recibimiento se hizo un espectáculo teatral del asedio a un castillo de moros artificial que se colocó en un estanque igualmente efímero. De haber estado este estanque en el Paseo del Prado hubiese sido fácil de abastecerlo, con el agua que bajaba de la fuente Castellana.

Lo lógico es pensar que aquel espectáculo ocurriese aquí, en el Paseo del Prado

Lo lógico es pensar que aquel espectáculo ocurriese aquí, en el Paseo del Prado.

-A continuación se hizo una recepción en el que la reina fue saludando a todos los políticos del ayuntamiento de Madrid de aquel entonces.

Es decir, que el espectáculo de 1570 sería más bien como unos actores chapoteando en una piscina que una batalla naval con barcos por doquier. Además, llama la atención que el mapa de Mancelli (datado en 1622) no indica ninguna laguna, ni estanque previo al del Retiro.

Es luego, cuando ya se construye el Retiro, en la década de 1630, cuando empiezan a verse los espectáculos de verdad en el estanque. Se aprovecha una isla que hay en su centro, para hacer fastuosos espectáculos. Tal es el caso de, una comedia de Circe en el que la isla pasaba de tener una montaña a un palacio de cristal para asombro de los espectadores, especialmente los reyes que lo disfrutaban en góndolas.

Las comedias nocturnas con luces, ingenios hidráulicos, música y color debieron ser un auténtico espectáculo

Las comedias nocturnas con luces, ingenios hidráulicos, música y color debieron ser un auténtico espectáculo.


Un precedente de estos teatros acuáticos fueron los jardines de la Isla, en Aranjuez, donde se habían hecho algunas obras teatrales años antes, como la Gloria de Niquea (1622) en los que obviamente solo participaba la nobleza. Sin embargo en el Retiro esa mentalidad cambia, y en contadas ocasiones, como en el año 1639, el que el conde duque de Olivares dejó pasar al pueblo llano.

En ese año hubo que cancelar algún espectáculo por el peligro que suponía el mal tiempo, pero al año siguiente, en la noche de San Juan en 1640 las adversidades se cernieron sobre los espectadores quienes tuvieron que ponerse a salvo de un tornado mientras e representaba

Al año siguiente, en la noche de san Juan, si que hubo un remolino que hizo paralizar la comedia “Certamen de amor y celos” de Calderón. Y en otra ocasión, en 1636, una fuga en uno de los estanques propició que el agua desapareciese y la góndola donde iban los reyes acabase en el fondo con todo lo que eso suponía.

Estanque del Retiro según el mapa de Texeira

Estanque del Retiro según el mapa de Texeira.
Las naumaquias como tal, habría que buscarlas en ese siglo XVI, en el mapa de Texeira en el que se ve uno de esos barcos pero si lo observamos bien apreciaremos que era realmente pequeño para hacernos una idea cabría el estanque de las Campanillas.

De otro barco que también nos han llegado noticias en concreto sobre su fabricación en Sevilla y es que por raro que parezca en 1638 un barco viajó de Sevilla a Madrid. Llegó en agosto de 1638 con el nombre de El Santo Rey don Fernando y en cuya decoración dicen que intervino el mismísimo Zurbarán.

Otras embarcaciones eran regalos de los nobles, como las góndolas que envió desde Nápoles el duque de Medina de las Torres. Aunque un dato clave es que en el Retiro había una atarazana, es decir, un edificio para construir barcos situado en la actual confluencia del paseo de Venezuela y el paseo de Coches (muy cerca de la Feria del Libro).