Por las fechas en las que estamos, es previsible que en las próximos días alguien saque a relucir un tema tan disparatado como presente en los últimos tiempos, el perdón de España a América y ya de paso al resto del mundo en general.
El juzgar con nuestra moral actual hechos históricos ha provocado que incluso gobiernos como el mexicano (con Andrés Manuel López Obrador a la cabeza) tomen en serio estos dislates llegando a exigir disculpas a España por sus acciones hace 500 años. (https://www.elplural.com/politica/conquista-america-campana_213285102).
Bajo ese mismo planteamiento absurdo España podría reclamar perdones a buena parte del mundo pues acogiéndonos a la historia siempre alguien nos robó, aniquiló, mancilló e hizo todo tipo de tropelías con lo que nosotros podríamos decir que es España.
Empecemos desde el siglo XX, podríamos exigir disculpas a Alemania, Rusia, Italia y Portugal dada su participación en la Guerra Civil española, que como todo el mundo sabe había de ser fratricida y por tanto no deberían haberse inmiscuido matando españoles de uno y otro bando.
Distintos países intervinieron en la Guerra Civil, matando españoles de uno y otro bando. En la imagen los Viriatos enviados desde Portugal por el dictador Salazar.
Estados Unidos desde luego también debería entonar el mea culpa dada su acción en el siglo XIX contra España difamándonos con todo tipo de patrañas periodísticas durante la Guerra de Cuba.
Tampoco se salva Francia, tanto con la guerra napoleónica como con los 100.000 hijos de San Luis, pues las cosas buenas que pudo haber traído la llegada de Napoleón, las eliminó el duque de Angulema.
Hablando de la guerra de la Independencia también debería pedir perdón el Reino Unido, dados sus atropellos en aquel conflicto (y eso que eran aliados), es más, ya que estos movimientos reivindicativos también aprovechan para reclamar patrimonio, no estaría demás que nos devolviesen la Venus del Espejo de Velázquez no vaya a ser que estando allí se la vuelvan a acuchillar.
Pasando por alto la piratería británica (de la que por cierto también podrían protestar los países americanos por ser de allí el oro que en el Atlántico los ingleses robaban a los españoles) podríamos exigir disculpas a Argelia por la piratería berberisca en el Mediterráneo, donde saquearon infinidad de poblaciones del levante español.
¿Debería pedir perdón Argelia y Túnez por las barbaridades de los piratas berberiscos? En la imagen el martirio de San Ramón Nonato al que se le atravesó la boca con un candado.
También nos debe perdón Turquía por financiar a estos piratas y por destrozarle la mano a Cervantes en la batalla de Lepanto (de no haber sido así, lo mismo El Quijote hubiese sido una saga y no dos tomos). También los turcos, en calidad de herederos de los bizantinos, deberían pedir perdón por sus ínfulas imperialistas en las costas levantinas donde llegaron a colonizar territorios de la Hispania visigoda.
Siguiendo la costa norteafricana nos debe perdón Egipto por la guardia mameluca de Napoleón que asoló las calles de Madrid el 2 de mayo y de paso Polonia cuyos hombres también formaron parte del ejército Napoleónico.
Del mismo modo los países nórdicos deberían arrepentirse de los ataques vikingos a Sevilla, Zaragoza, Pamplona y otros tantos puntos de la costa. Una mención especial recaería sobre Suecia donde se enclava la isla de Gotland origen de los visigodos. Desde luego también Siria nos debe unas disculpas porque al fin y al cabo, según la tradición, la conquista de Hispania fue comandada por Musa Ibn Nusair que en última instancia estaba al servicio del califa de Damasco. Eso sí, como Musa era de la tribu yemení de los lájmidas no estaría de más que también Yemen mandase sus disculpas.
Además de los piratas británicos, holandeses y berberiscos España tuvo que soportar los ataques de piratas Chinos en Filipinas, obligando así al gigante asiático a pedir perdón por sus fechorías en el siglo XVI.
De ese periodo islámico Mauritania nos debe perdón por ser el origen de la invasión almorávide y de la misma manera Marruecos por la de los almohades y los benimerines. Italia por la conquista de los romanos quienes crucificaron a los cántabros y asolaron a los numantinos, además de llevarse el oro de las Médulas y la plata de Córdoba. Así mismo Túnez sufrió España la invasión de cartagineses que con Aníbal a la cabeza aniquilaron a buena parte de los pobres indígenas de la península.
En última instancia, creo que toda la humanidad debería pedir un solemne perdón a unos españoles muy especiales, los neandertales, cuyos últimos reductos se encontraban precisamente en suelo hispano y a los cuales todos nosotros, los cromañones, terminamos eliminando.
Visto así, lo que a lo mejor tiene más sentido y sobre todo resultará más productivo, no es pedir perdón, sino buscar en nuestra historia a quién darle las gracias.
Si los españoles también acabásemos con los símbolos de los que nos oprimieron nos quedaríamos sin el acueducto de Segovia.