Cada minuto que Macarena Olona sigue yendo ‘a su bola’ es malo para Vox. La exdiputada ha salido reforzada del Camino de Santiago entre la opinión pública del partido de Santiago Abascal. Este, por cierto, un líder débil incapaz de imponerse entre los detractores de Olona que viven en el partido. El principal, Javier Ortega Smith

El enfrentamiento con el secretario general es vox populi. Así lo reflejó una fuente del partido a Ok Diario: “Ella eclipsaba en el Congreso a cargos muy importantes de Vox, alcanzó mucho protagonismo en el ámbito jurídico cuando antes en este cometido despuntaba Ortega-Smith”. De este hecho se puede intuir cómo una mujer pone en entredicho la autoridad de un hombre y este, humillado, decide eliminar a la mujer. Masculinidad tóxica y falta de confianza en uno mismo. De primero de machismo.

Este miércoles, Ortega Smith tuvo 'su foto' después de que Vox recurriera ante el Tribunal Constitucional la ley de la Generalitat para sortear el 25% de castellano en las aulas. Santiago Abascal ha sido el encargado de presentar el recurso acompañado por su líder en Cataluña, Ignacio Garriga; su responsable jurídica, Marta Castro, y el propio Ortega Smith. Una foto, claro, sin Macarena Olona, la imagen juidicial del partido en los últimos años. 

antiago Abascal ha sido el encargado de presentar el recurso acompañado por su líder en Cataluña, Ignacio Garriga; el secretario general de Vox, Javier Ortega Smith; y su responsable jurídica, Marta Castro.

Las opciones de Vox

Vox tiene dos opciones: atar en corto a Olona y ofrecerle un cargo en el partido para desactivarla y que así pueda seguir ejerciendo su vocación pública o permitir que siga creciendo por ella misma. La primera opción sirve para aplacar las críticas, silenciar la voz independiente y, sobre todo, las dudas entre las bases. La segunda puede desembocar en algo muy peligroso: un nuevo partido y la fragmentación de la derecha más allá del PP. 

Los fieles de Vox están nerviosos. Una fuente cercana del partido avisa sobre la cúpula: “Para algunos lumbreras, su marcha no afecta al partido. Vox se ha llenado de acomodados y algunos se creen Dios. El futuro está muy negro”. De hecho, son muchos quienes tienen la sensación de que disentir de la verdad oficial es sinónimo de sentencia de muerte. Recuerda (y mucho) a la división de Podemos y cómo manejó Iglesias a su oposición interna. Todos conocemos cuáles han sido las consecuencias de dichas pugnas. De continuar evidenciando este perfil, Vox perderá votos. 

Al fin y al cabo, electoralmente, Vox tiene un motivo con el que defenderse ante el público. La defensa de España es su armadura. Sin embargo, la historia nos ha enseñado que los filos siempre acaban penetrando. Y cuando lo hacen, un cuerpo sangra.