Vox celebra este fin de semana un evento propio denominado ‘Viva 22’ en el espacio Mad Cool de Madrid, con el objetivo de reforzarse de cara al curso político de 2023 y de hacer piña entre sus seguidores ante la situación de inestabilidad que atesora el partido. El evento había generado altas expectativas entre los fieles de la ultraderecha: desde el propio partido se auguraba la asistencia de 30.000 acérrimos, pero Abascal y los suyos se han llevado un golpe de realidad al ver que la afluencia ha sido mucho menor a esa cifra, según ha podido corroborar ElPlural.com.

Dentro del acto se ha realizado un amplio despliegue temático, montando una caseta por cada provincia española y reuniendo en ellas lo más representativo de cada una, ya sea mediante elementos considerados característicos o personajes emblemáticos de cada región. Ha llamado especialmente la atención la de Teruel: la organización del evento ha incorporado en esta caseta unos molinos de viento hechos con papel, emulando los generadores eólicos que se han colado en los últimos años en el paisaje de la región.

Losantos y los molinos: una breve historia

Detrás de este gesto, que puede parecer de lo más inocente, se esconde una profunda mofa al periodista Federico Jiménez Losantos. El conductor de ‘Es la mañana de Federico’ ya ha expresado, en numerosas ocasiones, su desasosiego ante el número de molinos de viento instalados en su provincia natal. “¿Para qué tantos molinos, aparte de cobrar las subvenciones, si no se saca y se vende la electricidad que producirían? […] Más pinos y menos molinillos", publicaba el presentador en una columna de opinión en Libertad Digital, poniendo el foco en lo que para él es un proyecto ineficiente y que daña la estética, la naturaleza y la independencia de Teruel en concreto y de Aragón en general.

Este es solo un episodio más de la guerra entre Losantos y Vox. El vacile de los molinos de papel viene justo después de que el natural de Orihuela del Tremedal dijese en su programa que el partido se encuentra en una situación interna muy complicada, pero los desplantes mutuos entre el presentador y la formación ultra se cuentan ya por decenas desde hace tiempo. A su vez, ElPlural.com ha podido constatar que los presentes en el evento reconocían que “lo de los molinillos era el chascarrillo más habitual” entre los asistentes y que pudo escucharse: “Menos mal que esto no lo va a ver Federico, porque le iba a molestar bastante”.