El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, pretende concretar lo que considera que es un cambio de ciclo político en España mediante un rearme ideológico en los próximos meses. El líder popular ya ha renovado a su núcleo duro y la convención fechada para otoño constituirá la primera piedra del nuevo PP. Un refuerzo con el que Casado trata de capitalizar tras el impulso tras los resultados de Isabel Díaz Ayuso en las elecciones del 4M a la Comunidad de Madrid y perpetuar su tendencia al alza en las encuestas, algunas de las cuales lidera. Un cambio harto complicado por la resistencia que ofrece Santiago Abascal a capitular.

Tras ver cómo Ayuso absorbió prácticamente todo el voto de Ciudadanos y Vox únicamente recogió las migajas que no le sirvieron más que para sumar un diputado a su bancada, los de Abascal redoblan su presión sobre el PP para recuperar el impulso perdido.

En Andalucía, una de las comunidades en las que el PP depende de Vox para gobernar, la ultraderecha ya está maniobrando. 

Juanma Moreno Bonilla parece que, de momento, se resiste a convocar elecciones anticipadas. Unos comicios que cada vez están más cerca, máxime después de que Vox dejara en la estocada al presidente de la Junta al no apoyar dos articulados fundamentales: la nueva ley del suelo y la reforma de la una norma de salud pública para contener la pandemia. 

La formación justifica este arrebato alegando que la Junta de Andalucía ha aceptado acoger a 13 menores no acompañaros de origen marroquí tras la crisis de Ceuta. ”Nos invaden y nosotros vamos a ser cómplices de esa invasión", afirmó Manuel Gavira, portavoz del partido.

La portavoz parlamentaria del PP en el Congreso de los Diputados, Cuca Gamarra, ha respondido a este respecto a Abascal, pidiéndole que se “sosiegue” y aparque sus “prisas” por celebrar elecciones en Andalucía. Según ha apuntado en una entrevista en Antena 3, los andaluces pedirán explicaciones si continúa bloqueando al Ejecutivo regional por intereses electoralistas: ”Las prisas que pueda tener Abascal porque haya una convocatoria electoral, pues tendrá que sosegarse y esperar porque lo importante son los problemas que tiene Andalucía y lo ha dicho muy bien el presidente Juanma Moreno”.

Gamarra ha negado los rumores que apunta a que Génova anhela adelantar la cita con las urnas para aprovechar la tendencia en las encuestas y barrer a Ciudadanos y Vox: "Nosotros no tenemos ninguna prisa. Además, quien tiene la capacidad y la competencia para convocar elecciones es el presidente de una comunidad autónoma, no la dirección nacional”.

Colón 2.0

Casado es perfectamente consciente de la sangría electoral que le provocó la fotografía de Colón junto a Santiago Abascal y compañía, y no está dispuesto a reeditarla. El líder de Vox se ha sumado a la manifestación convocada la plataforma impulsada por Rosa Díez, Unión 78, el 13 de junio en la Plaza de Colón para mostrar su repulsa a los previsibles indultos a los presos del procés que otorgará el Gobierno de Pedro Sánchez.

“Apoyamos sin matices esta convocatoria”, dijo Abascal, quien añadió que “es importante que los españoles, más allá de las siglas de los partidos, nos unamos contra este atropello a la legalidad, a la justicia, a la democracia y a la unidad de España. Nos vemos en Colón”. La pregunta, entonces, era si Casado estaría.

En un primer momento, Génova rehusó participar del aquejare con tintes de Vox; pero unas horas después, rectificaron. Fue el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, quien anunció que “tendremos representación”, pero habría que ver “quién va”.

El PP optó por prestar batalla en dos frentes, el judicial con la imposición de recursos en caso de que se concretara el indulto; y el institucional, con unas 8.000 mociones en ayuntamientos. Lo que Teodoro García Egea, secretario general del PP, llamó “revolución silenciosa”.

Así las cosas, finalmente el PP estará en Colón pero rehusara fotografiarse junto a Vox.